La huella de un padecimiento como el cáncer crece. A nivel mundial esta enfermedad es responsable de un número importante de muertes.
En 2008 fallecieron 7.6 millones de personas, aproximadamente 13% del total de fallecimientos, y se estima que para 2030 esta cifra aumentará a 13.1 millones, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Sin embargo, la catástrofe de este padecimiento no sólo es para la salud del paciente, sino también para las finanzas familiares, ya que el costo de los tratamientos puede llevar a la quiebra a una familia si no cuentan con un esquema de salud, ya sea de seguridad social o privado.
En México, según la Unión Internacional Contra el Cáncer (UICC), el cáncer es la tercera causa de muerte y se estima que cada año se detectan 128 mil casos nuevos.
Cifras de la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS) indican que el gasto que una familia puede realizar pueden llegar hasta los 30 millones de pesos en cinco años por los costosos tratamientos.
Pero en promedio los costos alcanzan más de 1 millón 600 mil pesos en mujeres y en hombres más de 800 mil pesos, lo que representa el 41 por ciento respecto del gasto total de siniestros catastróficos, indicó la actuaria Dolores Armenta, directora de Seguros de Gastos Médicos y Salud de la AMIS.
Cifras de la Secretaría de Salud indican que el 90 por ciento de los casos detectados se encuentran en las etapas finales, cuando el tratamiento y la atención se hacen más costosos, al mismo tiempo que reducen la esperanza de vida del paciente.
La detección temprana y la prevención reduciría los costos del tratamiento, por lo que el reto principal es promover la cultura de la prevención entre la población, para atender etapas tempranas y garantizar un tratamiento oportuno, planteó Alejandro Zentella Dehesa, investigador del Programa de Investigación Biomédica en Cáncer de Mama, del Instituto de Investigaciones Biomédicas de la UNAM.
Tanto en materia financiera como emocional, el cáncer consume y destruye. Por ello los especialistas destacan la importancia de llevar un estilo de vida saludable, así como una revisión constante, sobre todo cuando existen antecedentes de este padecimiento en la familia.