Todos los trabajadores tienen derecho a renunciar a su empleo cuando así convenga a sus intereses. Los motivos pueden ser varios: porque el empleo ya no responde a sus necesidades, porque hay en puerta una nueva oferta de trabajo, porque quieres desarrollar tus habilidades en otra empresa o simplemente por motivos personales.
Sin embargo, puede darse el caso que tu jefe o la empresa no acepten tu renuncia, ¿qué hacer en ese caso?
Si tu decisión está tomada y vas a renunciar, lo primero que debes hacer es redactar una carta de renuncia y avisar a tu jefe.
Si éste se niega a aceptarla, acude al departamento de Recursos Humanos y entrega tu carta al personal de esa área para que la firme de recibido.
La entrega de esa carta es importante para que la empresa a la que prestabas tus servicios te pague el finiquito correspondiente y, aunque se puede renunciar de manera verbal, se recomienda dejar por escrito el aviso de renuncia para que no haya consecuencias para ti como trabajador.
2 En tu carta de renuncia puedes iniciar con un agradecimiento a la compañía y por qué no, puedes mencionar la nueva empresa que te ha contratado y escribir tu nuevo puesto.
3 En un par de párrafos, escribe de manera clara el motivo de tu renuncia o también puedes indicar que tu renuncia fue por motivos personales.
Alfredo de la Rosa, director del bufete De la Rosa Abogados explicó que llevar la carta de renuncia al área de Recursos Humanos es suficiente.
"No podemos obligar a la persona a quedarse a trabajar, después de que presenta su renuncia ya no existe obligación y a partir de ese momento termina la relación de trabajo", señaló.
Indicó que tras la renuncia, la empresa debe pagar un finiquito al trabajador, y en caso de que el empleado no haya reclamado de inmediato ese derecho, tiene como plazo hasta un año para hacer efectivo el pago de su finiquito.
Jorge Molina, asesor de la Procuraduría Federal de la Defensa del Trabajo (Profedet), mencionó que "usted puede renunciar cuando quiera, se trata de una renuncia voluntaria y la puede hacer por escrito y presentar el documento a Recursos Humanos".
Añadió que presentar una renuncia no debe significar ningún problema porque se trata de una renuncia voluntaria.
"La empresa no puede obligar a una persona a seguir laborando en un lugar que ya no desea. Si no le quieren pagar su finiquito, puede acudir a la Profedet para que le auxilien o asesorarse con un abogado", expuso.
Debes tener en cuenta que si decidiste renunciar voluntariamente lo que por derecho te corresponde por el finiquito es:
El pago de las partes proporcionales de aguinaldo, vacaciones y prima vacacional, prima de antigüedad (siempre y cuando se tengan por lo menos 15 años de antigüedad) y las prestaciones que estuvieran vigentes en tu contrato de trabajo o en las condiciones laborales que regulan tu relación con la empresa o patrón.
Todo lo anterior te lo ahorrarás si de último momento tu jefe decidiera ofrecerte una contraoferta salarial para retenerte unos años más en la empresa.