El presidente norteamericano Joe Biden va apenas por sus primeros 100 días en el cargo y quizá en ningún momento fue tan relevante la pregunta cómo ahora, ¿cómo afectará esto a la economía de México?, y no porque apenas nos demos cuenta de la estrecha relación entre ambas naciones, sino porque después de dos años de decrecimiento económico en México y en medio de una pandemia que se ha alargado más de un año, es necesario esbozar diversos escenarios.
De entrada, para nadie es un secreto el alto nivel de dependencia de la economía mexicana con la norteamericana; esta dependencia puede verse desde tres ópticas: 1) la comercial, en la que Estados Unidos de América es el primer socio para nuestro país. Según cifras del gobierno mexicano en 2019 el comercio de México con el vecino país representó el 62.9% de todo lo comerciado por nuestra nación, y si se observa considerando solamente las exportaciones el porcentaje se incrementa hasta el 80.5%; 2) la inversión extranjera directa que llegó a México en 2019 fue de casi 33 mil millones de dólares, y proviene en más de un 36% de nuestro principal socio comercial lo que representa la creación de múltiples fuentes de empleo; y 3) las remesas son una fuente importante de ingresos para el país, más de 11 millones de compatriotas asentados más allá de nuestras fronteras enviaron a sus familiares, más de 36 mil millones de dólares, prácticamente el 3% del PIB, convirtiéndose en el sustento de una gran cantidad de familias en México.
Ante estos datos es importante conocer lo que podría esperarse de Joe Biden en materia comercial. De entrada es importante entender el contexto que rodea su llegada a la presidencia: 1) se da después de una fuerte política restrictiva impuesta por su antecesor Donald Trump especialmente en términos del establecimiento de fuertes aranceles en contra de China y México, y 2) Biden proviene del partido demócrata y la idiosincrasia de esta agrupación se enfoca en fortalecer internamente la economía de sus habitantes, además de ser un partido respaldado mayoritariamente por las estructuras sindicales.
En este contexto de presiones sindicales, Richard Trumka presidente de la AFL–CIO, una de las organizaciones sindicales más importantes de los Estados Unidos, ha argumentado que nuestro país no ha tomado las acciones necesarias para fortalecer a los sindicatos en el país. Dada la llegada de Biden ¿qué podría ocurrir en México?.
Hasta el momento el presidente Biden no ha sido del todo claro en su política comercial, pero es de esperar que trate ser un apoyo para la recuperación del empleo del ciudadano estadounidense, y que fortalezca relaciones con fuertes socios comerciales internacionales que le permitan acelerar el proceso de una pronta recuperación económica, dejando de lado una eventual guerra de aranceles como sucedió en algunos momentos de la administración de Trump.
Es previsible que su política se oriente al impulso del comercio de productos nacionales beneficiando a las propias empresas norteamericanas, contribuyendo así a la citada recuperación del empleo. Hacia el exterior su política comercial buscará seguramente un multilateralismo, a través de la búsqueda de alianzas con México y China, sin eso que signifique que permitirá prácticas desleales como el dumping o la subvención.