Hoy en día, la economía digital se encuentra firmemente establecida como un motor central del crecimiento económico y desarrollo empresarial. Central a la economía digital se encuentra el uso y adopción de nuevas tecnologías que potencian este crecimiento, aún más allá de las fronteras. En búsqueda de un mejor rendimiento y productividad, las empresas de casi todas las industrias han implementado iniciativas que buscan explorar los beneficios de las nuevas tecnologías digitales. Podemos encontrar ejemplos de cómo el uso de la nube, la inteligencia artificial (IA), el internet de las cosas (IoT), y el análisis de datos, entre otras tecnologías, ha llevado a empresas al desarrollo de innovadores modelos de negocios y a incursionar en mercados internacionales de maneras diferentes a las tradicionales.
Pareciera lógico asumir que el éxito de una empresa con base en su estrategia digital, a nivel nacional e internacional, pudiera estar relacionado con el contexto digital en el cual se encuentra inmersa. Encontramos que existe una gran diversidad en cuanto al contexto digital que prevalece en diferentes países cuando observamos que diferentes patrones históricos y circunstancias influyen en su capacidad para que sus ciudadanos y empresas se beneficien del uso diario de las nuevas tecnologías. Podemos experimentar estas diferencias al visitar países en donde se da por hecho la rapidez del internet gratuito, el pago cotidiano de bienes y servicios mediante el uso de aplicaciones digitales, la facilidad de realizar trámites utilizando blockchain, o la toma de decisiones empresariales con base en algoritmos y análisis masivo de datos. Es por esto que el desarrollo de capacidades digitales en el uso de las nuevas herramientas tecnológicas adquiere aún más importancia para el crecimiento e internacionalización de empresas de economías emergentes, que pudieran estar inmersas en un contexto digital deficiente.
El desarrollo de capacidades digitales empresariales mediante el uso de las nuevas tecnologías representa una oportunidad para la mejora del desempeño y la superación de las barreras del crecimiento internacional. Pero, ¿bajo qué condiciones pueden las capacidades digitales influenciar el proceso de internacionalización de las empresas de economías emergentes?
El crecimiento e internacionalización de una empresa pudiera explicarse a través de la manera en la cual ésta afronta la incertidumbre y los cambios en el contexto -intensificados ante la omnipresencia de las tecnologías digitales y la pandemia del COVID-19- que le lleva al desarrollo de capacidades únicas y difíciles de imitar, lo que le genera una ventaja competitiva sostenible. En el ámbito digital, este desarrollo de capacidades implica la habilidad de una empresa para aprender, adoptar, integrar y utilizar tecnologías digitales en sus procesos productivos y sistemas organizacionales para la creación de valor. Líderes de empresas en países desarrollados, mismas que se encuentran sustentadas en un contexto digital robusto, esperan que las tecnologías digitales contribuyan estratégicamente cada vez más al desempeño de sus negocios. ¿Cuál será entonces la perspectiva de crecimiento e internacionalización para aquellas empresas en economías emergentes, inmersas en un contexto digital deficiente? Para estas empresas, el desarrollo de capacidades digitales para competir en el mercado global se convierte en una decisión crucial. Por lo tanto, un contexto digital deficiente amplifica la importancia del desarrollo de capacidades digitales para el crecimiento internacional de una empresa.
Buscando una respuesta a esta problemática, me puse a investigar el crecimiento e internacionalización de empresas en 24 economías emergentes de America Latina, Europa del Este, Sudeste de Asia y África. Los hallazgos muestran que las capacidades digitales empresariales se presentan como un substituto del contexto digital en un país cuando éste es deficiente, o en un complemento cuanto éste es robusto, lo que aumenta la importancia de que las empresas desarrollen sus habilidades en el uso de las tecnologías digitales. Se confirma entonces que las capacidades digitales crean valor para las empresas inmersas en diferentes contextos digitales: el desarrollo de una estrategia digital en empresas de economías emergentes les permite apalancarse en las tecnologías digitales para competir en el mercado global.
Sandra Maycotte Felkel (sandra.maycotte@tec.mx)
La autora es profesora del Centro de Evolución Digital y Directora Nacional del Programa de Negocios Internacionales de la Escuela de Negocios del Tecnológico de Monterrey.