Pese a que durante su campaña por la gubernatura de Nuevo León, Samuel García señaló que implementaría estrategias para combatir la inseguridad y reducir la incidencia delictiva en la entidad, por los resultados de los dos primeros meses de gobierno todo parece indicar que sus acciones no están funcionando.
La Fiscalía General de Justicia de Nuevo León reportó hace unos días que los delitos totales en noviembre, sin tener en cuenta el de lesiones, sumaron tres mil 453, es decir, 7.54 por ciento de incremento respecto al mismo mes del año pasado y 1.11 por ciento más que el mes previo.
Ante el alza en la inseguridad, diputados de diferentes partidos le pidieron a Aldo Fasci, secretario de seguridad de Nuevo León, que implementara estrategias o acciones para reducir la incidencia delictiva en la entidad.
Sin embargo, Raúl Sapién Santos, presidente del Consejo Nacional de Seguridad Privada (CNSP), señaló que era buena la estrategia de seguridad de Samuel, pues propuso una mayor coordinación entre los diferentes niveles de gobierno.
“Se me hace muy interesante el plan de seguridad del gobierno de Samuel García porque planeó la reunión con la Federación, convocó a Colosio para generar un intercambio de información y ver de qué manera se va a trabajar coordinadamente para implementar las mejores políticas y tener mejores resultados en recuperar la percepción de la seguridad entre la ciudadanía”, indicó.
En los primeros dos meses del gobierno de García solo los delitos de homicidios, robo simple y estupro registraron una reducción respecto a igual periodos del año pasado, esto se desprende del reporte de la PGJE.
En octubre y noviembre se cometieron en la entidad 129 homicidios dolosos, 9.79 por ciento menos que los 143 registrados en el mismo bimestre del año pasado; el robó simple bajó 37.82 por ciento a 762 ilícitos y estupro bajó 14.29 por ciento al reportarse 18 denuncias.
“Las cifras de homicidios pueden ser engañosas a simple vista, pues los dolosos muestran una notoria baja, de casi 10 por ciento, pero, a juzgar por lo que leemos y vemos en los medios y redes sociales, los relacionados con delincuencia común se redujeron, mientras que los relacionados con delincuencia organizada, es decir, ejecuciones, se elevaron”, dijo Marco Antonio Torres, experto en seguridad.
La mayoría del resto de los delitos reportados por la PGJE registraron incrementos de dos dígitos, incluso algunos hasta mayores al 100 por ciento.
En el periodo en cuestión se reportaron 527 robos a casa habitación, 14.32 por ciento más que los cometidos entre octubre y noviembre del año pasado.
Asimismo, se reportaron 404 robos a personas, 39 cristalazos, 639 robos de vehículos y 322 a negocios, los que implicaron incrementos de 39.31, 116.67, 48.26 y 6.27 por ciento, respectivamente, con relación al mismo periodo del 2020.
“El robo simple se reduce muy llamativamente en el bimestre y contrasta con todas las demás modalidades de latrocinio, que aumentan, lo cual hace pensar que una parte de esa caída es en realidad una caída en el número de personas que lo denuncian, más que en los robos en sí mismos”, dijo Torres
Los delitos sexuales también registraron repuntes importantes, atentados al pudor subieron 18.14 por ciento, a 267 denuncias; los delitos de violación crecieron 37.72 por ciento, a 157 ilícitos; y el equiparable a violación subió 91.67 por ciento, a 92 reportes.