Monterrey

Jorge O. Moreno: La mujer y el mercado laboral en México - ¿qué sabemos?

En Nuevo León, el empleo femenino de alta y baja habilidad se incrementó durante la pandemia, lo que redujo la brecha relativa de género local, al menos en el empleo formal

Esta semana se conmemoró el día internacional de la mujer; en él se nos recuerda la importancia de sus derechos, luchas, esfuerzos, y retos. A propósito de esta celebración, en la presente columna mostraré algunos resultados del trabajo que he realizado con mi colega Cecilia Y. Cuellar (Candidata a Doctora en Ciencias Económicas, Facultad de Economía UANL) en la agenda de investigación que hemos desarrollado estudiando la brecha histórica de género que existe en el mercado laboral mexicano. Los resultados de nuestro trabajo dan cuenta de los avances, retos, y condiciones en las que opera el mercado laboral femenino desde distintos enfoques. Algunos de los resultados que hemos encontrado son por demás sorprendentes, y algunas veces, “contraintuitivos”.

En primer lugar, en un primer estudio realizado con detalle artesanal, nos dedicamos a reconstruir la serie histórica de encuestas de empleo, homologando definiciones, criterios, y variables para todas las fuentes de información que pudimos hacer equiparables en las distintas Encuestas de Empleo implementadas por el INEGI desde 1987. Esta homologación involucró detectar y corregir cambios en definiciones o en la construcción de variables fundamentales como el ingreso laboral, las horas trabajadas dentro y fuera del mercado, así como las definiciones de informalidad laboral. El esfuerzo de varios años de trabajo ha logrado cosechar los primeros frutos en forma de varias publicaciones académicas en revistas de prestigio internacional, así como un capítulo en un libro de una muy importante editorial internacional especializada en ciencia.

Por ejemplo, en Moreno y Cuellar (2021), nuestra principal contribución fue estimar las diversas pérdidas de empleo y un cambio estructural crítico en la dinámica del mercado laboral resultante de la pandemia de COVID-19, centrando el análisis en el empleo urbano. Nuestros resultados sugieren que hay efectos adversos significativos en el empleo formal como resultado de la pandemia del COVID-19, con una larga recuperación del empleo para las mujeres y los hombres, pero siendo mayor para las primeras, acentuando la brecha de género en empleo en esta pandemia. El sector informal, en ambos sexos, presenta una respuesta pronosticada menor al choque de producción inicial, pero pérdidas sustanciales de empleo observadas, potencialmente vinculadas a cambios estructurales en el mercado. En la crisis de COVID-19, el sector informal no es un sustituto de las pérdidas de empleo formal. La complejidad de esta crisis sugiere la elaboración de políticas que mejoren la facilidad del mercado para potenciar la recuperación del empleo formal al tiempo que se promueve la igualdad de género.

Sin embargo, en Cuellar y Moreno (2022), los resultados específicos para un estudio realizado en el caso de Nuevo León sorprenden por su originalidad, y por su contenido. El objetivo en esa investigación fue estimar la profundidad y persistencia de la pandemia COVID-19 sobre la dinámica del empleo formal en Nuevo León, segmentando por habilidades laborales y género, entendidas estas por el nivel educativo de los trabajadores. Los resultados del análisis sugieren que el empleo de alta habilidad es elástico (muy responsivo) al choque económico COVID-19, pero la recuperación es más rápida, mientras que el empleo de baja habilidad es lo contrario. Sorprendentemente, para el caso de Nuevo León, el empleo femenino de alta y baja habilidad se incrementó durante la pandemia, lo que redujo la brecha relativa de género local, al menos en el empleo formal. Esta investigación abre muchas preguntas interesantes sobre el papel que juega la estructura productiva para demandar y absorver trabajo formal femenino, pero también, de cómo las habilidades no cognitivas (esto es, más allá de la educación) podrían jugar un papel fundamental en la determinación del empleo y los salarios de las mujeres.

Finalmente, en Cuellar y Moreno (2022), nuestro trabajo más reciente por ser publicado, analizamos la evidencia histórica de la brecha de género en el empleo y los salarios en México, utilizando información estandarizada y estimaciones consistentes en el tiempo, con base en modelos de oferta laboral y capital humano. A partir de nuestros resultados, implementamos una descomposición conocida como Blinder-Oaxaca (1973) basada en Mulligan y Rubinstein (2008) para estimar la brecha salarial de género, identificando la importancia del sesgo de selección, esto es, la correlación que existe entre los determinantes no observados de participación laboral y los niveles de empleo y salario. Nuestros resultados sugieren que los rendimientos de la escolarización para ambos géneros han disminuido en las dos últimas décadas, mostrando una brecha de estos a favor de las mujeres de alrededor del 2% en los últimos años. La diferencia salarial entre ambos sexos sigue fluctuando en torno al 29.6% una vez corregido el sesgo de autoselección. La prevalencia de las diferencias en los salarios promedio entre géneros existe debido a las magnitudes positivas asociadas a los efectos “sesgo de selección” y el efecto conocido como”residual”.

Los resultados de los trabajos anteriores muestran la diversidad de particularidades del mercado laboral mexicano. Ya sea por habilidades, por tipo de empleo, por sector productivo, o por región. la heterogeneidad de resultados en a brecha de género en México es un resultado importante para destacar. Estos resultados demuestran la importancia de las interrelaciones entre los agentes económicos y sus decisiones en el mercado, pero también de cuál importante es el contexto dónde estas interacciones ocurren. Todos los resultados anteriores dan cuenta de los cambios estructurales en términos de igualdad de género que ha vivido nuestro país a lo largo de estos últimos 35 años de historia, con crisis, recesiones, y pandemias incluidas.


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