La desorganización que priva en el gobierno federal tiene una víctima: las pequeñas y medianas empresas (Pymes), y como consiguiente las cargas fiscal y administrativa se tornan más pesadas, por lo que al final del año habrá puertas cerradas, sin llegar a los niveles alcanzados en la pandemia, consideró Caintra NL.
Bernardo Bulnes, presidente de la Comisión Pyme de esta cámara industrial recordó que por efecto del problema de salud alrededor de 20 por ciento de las Pymes cesaron sus actividades; es decir, aproximadamente un millón de unidades de negocios.
“El gobierno avienta las cosas sin organización, le falta hacer periodos de prueba, de arranque…. no están organizadas las cosas para que funcionen”, indicó el directivo en un encuentro con la prensa.
Adicional al costo que representa tratar de cumplir a tiempo con los trámites y requisitos exigidos por el gobierno federal, en ocasiones las Pymes pierden oportunidades de negocio cuando no alcanzan, por razones de tiempo o dinero, a efectuar todo lo que les marca la autoridad.
Y en este sentido, no aprovechan a su máximo la llegada de inversión a la entidad, reconoció Bulnes.
El desorden, por ejemplo, en el SAT, que enfrentan las empresas, van desde el plazo largo para obtener una cita para ser atendido, el sistema sufre muchos cambios, la plataforma presenta muchas fallas, incluso para la declaración mensual, por lo que no alcanzarán a presentarla a tiempo al igual que la anual, advirtió.
El también empresario indicó que en ocasiones el acceso a la plataforma del SAT no se logra en días, aun y cuando se hacen varios intentos.
“Si estamos batallando con el mensual, con el anual va a ser un relajo”, enfatizó Bulnes.
En el tema de financiamiento, éste sigue siendo un reto para las Pymes, reconoció el directivo de Caintra.
Cuestionó cómo es posible que el 14 por ciento de la cartera bancaria lo representan las Pymes cuando éstas son el 98 por ciento del total del universo de empresas en México.
Bulnes confió en que los créditos para las Pymes se den con el apoyo del gobierno estatal y de organismos privados como Caintra.
El gobierno estatal, señaló, se supone que tiene por ley, en el caso de Nuevo León, la opción de apoyar a las Pymes con el 1 por ciento de su presupuesto, pero la realidad es que ha sido muy bajo, y apenas alcanza el 0.1 por ciento.