Monterrey

Angel Maass: Confianza…¿del consumidor y empresarios?

Más allá del conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, la debilidad de la demanda interna podría verse mermada por la incertidumbre y el bajo nivel de inversión fija bruta, afectando la recuperación económica para alcanzar los niveles prepandemia

Durante esta semana y la anterior, tuve la oportunidad de asistir a varias videoconferencias, teniendo como común denominador la interrogante de cómo “pinta” el panorama económico nacional, coloquialmente hablando. Precisamente charlando de colores, les comento que el cambio porcentual en la cartera vigente al crédito al consumo pareciera tener un matiz similar al observado en la crisis del 2008, aunque sus motivos no fueron motivados por una pandemia, sino por un tema inmobiliario.

De hecho, la visualización de los colores a través de un mapa de calor pudiera evidenciar fácilmente los patrones de crecimiento dentro del crédito al consumo, una vez descontada la inflación, que en el argot de los economistas y financieros se conoce como términos reales.

Al respecto, durante febrero 2022 se registró el segundo incremento consecutivo al ubicarse en 2.19%, después de 21 meses seguidos en terreno negativo. Lo anterior según el reporte de Agregados Monetarios y Actividad financiera de Banco de México (Banxico).

(Véase: https://public.flourish.studio/visualisation/9306561/)

Habrá que dar seguimiento a la evolución del indicador, que para el bien de todos espero continue su senda positiva. No obstante, INEGI acaba de publicar el Indicador de Confianza del Consumidor que realiza de manera conjunta con Banxico. Dicho reporte señaló que, al cierre de marzo 2022, se presentó un aumento de 0.4 puntos respecto al mes previo.

Si bien esta variación es positiva y es la más elevada de los últimos cuatro meses, contrasta desfavorablemente con la tendencia a la baja del indicador respecto al mismo mes del año previo. Cabe subrayar que este indicador económico mide la percepción de los consumidores sobre la expectativa de la economía.

En este contexto, los resultados parecieran indicar que éramos más optimistas hace 12 meses, sin importar que pareciera que los efectos de la pandemia se han ido diluyendo, motivando el regreso a las actividades de manera presencial. No obstante, su trayectoria podría depender, entre otros factores, del dinamismo del consumo. ¡Ya veremos!

(Véase: https://public.flourish.studio/visualisation/9278084/)

Recordemos que el conflicto entre Rusia y Ucrania comenzó el 24 de febrero del presente y por obvias razones se han desencadenado diversas afectaciones, desde lamentables pérdidas humanas y otras de índole económico que han incidido a poner mayor presión sobre la ya elevada inflación global, combinado con reducciones en las proyecciones de crecimiento, incluyendo México.

Sobre estimaciones de crecimiento económico, no puedo dejar pasar la oportunidad de señalar la publicación de los pre-criterios emitidos por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), cuyo pronóstico resultó totalmente optimista para 2022 y 2023 en comparación con el promedio de la opinión de reconocidos analistas consultados con opiniones a marzo 2022 a través de encuestas realizadas por un reconocido banco a nivel nacional, así como por Banxico.

(Véase: https://public.flourish.studio/visualisation/9307768/ )

Sobre el tema de la inversión fija bruta, no pretendo ser pesimista, sino más bien objetivo. En este sentido, INEGI señaló que durante enero de 2022 dicho indicador creció 2.2% respecto al mes previo y 8.4% versus el mismo período del anterior. A pesar de observarse una consistente mejoría, este se encuentra ligeramente por encima de su promedio y 15 puntos porcentuales por debajo de su máximo histórico.

En otras palabras, el nivel actual se similar al observado durante el mes de mayo de 2011. Es importante destacar que el último dato disponible sobre este indicador corresponde al cierre de enero 2022, prácticamente un mes antes de comenzar el conflicto bélico referido que ha incrementado la incertidumbre, sin dejar de considerar aspectos de índole nacional.

(Véase: https://public.flourish.studio/visualisation/9303039/)

Retomando el tema de crédito al consumo, quizá usted se pregunte a qué tipo de financiamiento me refiero. Concretamente a tarjeta de crédito, nómina, personales, automotriz, otros y adquisición de bienes de consumo duradero (ABCD). En conjunto, la cartera vigente de todos estos créditos registró al cierre de febrero del presente un incremento real de 2.15% respecto al mismo periodo del año pasado.

(Véase: https://public.flourish.studio/visualisation/9308799/)

Como conclusión puedo decir que el entorno económico se encuentra enrarecido y solo aquellos que se encuentren preparados podrán salir mejor librados de presentarse algún incidente que pudiera afectar nuestras finanzas. Como ejemplo, puedo mencionar las distintas disrupciones en las cadenas productivas que en algunos casos ha provocado la escasez de mercancías y como consecuencia su encarecimiento.

Además, habrá que esperar que la pandemia del COVID por fin se contenga, incluyendo sus distintas mutaciones y ojalá que en este próximo período vacacional no bajemos la guardia a pesar del regreso a la nueva normalidad.

El autor es economista por el Tecnológico de Monterrey (Campus Monterrey) con máster en finanzas y administración, ambos grados por EGADE. Actualmente es Director de Estudios Económicos y Relación con Inversionistas de Grupo Unicco, aunque las opiniones aquí plasmadas son a título personal.

Esta es una columna de opinión. Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad únicamente de quien la firma y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.

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