Esta semana Banco de México publicó su informe trimestral donde redujo las expectativas de crecimiento del país de 2.4 a 2.2 por ciento para 2022. México no es la excepción, de hecho, el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM) también redujeron sus pronósticos de crecimiento de la mayoría de los países debido a dos factores fundamentales. El primero, por las disrupciones en las cadenas de suminstro globales por el impacto del Covid, sobre todo en países asiáticos. Segundo, por el impacto adverso de la guerra entre Rusia y Ucrania.
El reporte menciona el fuerte incremento de los precios al consumidor a nivel global por la recuperación de la demanda agregada, el impacto de los cuellos de botellas en los suministros manufactureros globales y choques de oferta de commodities por la guerra entre Rusia y Ucrania. Ante este episodio de alta inflación, los bancos centrales de la mayoría de los países emergentes y desarrollados han optado por incrementar sus tasas de referencia. En México la tasa de referencia se ha elevado en 150 puntos base en 2022.
En materia de crecimiento la actividad económica nacional se expandió 1.8 por ciento anual en el primer trimestre del año después de una caída en el tercer trimestre de 2021 y un estancamiento en el cuarto trimestre. El motor de crecimiento fue el sector manufacturero impulsado por el sector externo mientras que el sector de la construcción se mantuvo estancado. Por otro lado, el sector servicios se fue recuperando gradualmente.
En materia de política monetaria el Banco de México decidió elevar su tasa de referencia en 50 puntos base en la última reunión. La junta de gobierno se mantuvo preocupada por la persistente y elevada inflación en el país. En las últimas minutas sugiere un incremento aún mayor en las próximas reuniones de política monetaria. El mercado estima una subida de 75 puntos base. Esto como respuesta del deterioro de las expectativas inflacionarias del banco central.
En conclusión Banxico prevee un menor dinamismo económico derivado de la disrupción en las cadenas de suministros globales y el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania. Aunado a ello, la autoridad monetaria anuncia que será más agresiva en el futuro subiendo la tasa de interés ante el persistente deterioro de las expectativas inflacionarias. Se avecina un año de bajo crecimiento económico con elevada inflación.
El autor es director general de Soluciones Financieras GAMMA y profesor de Economía y Finanzas de EGADE Business School. Tiene un doctorado en Finanzas y maestría en Economía Financiera, ambas por la Universidad de Essex en el Reino Unido. Fue el economista en jefe para México de Itau BBA, director general adjunto de Organismos Financieros Internacionales en la SHCP e investigador en el Banco de México.