Esta semana la líder de la cámara de representantes del congreso de EUA, Nancy Pelosi, arribó a Taipei la capital de Taiwán ante las amenazas de China que advirtieron que reaccionarían con represalias. China siempre ha insistido que Taiwán le pertenece. Habría que remontarse algunas décadas para entender por qué se creó este país cuasi independiente. Durante la revolución comunista de Mao Tse Tung el gobierno monárquico de China se exilió en Taiwán y a partir de ahí se consideran el país legítimo chino. A partir de esa época ha sido protegido por los países democráticos y de libre mercado del mundo. Taiwán es tres veces más rico que China: 28 mi dólares por persona versus 10.5 mil de China según los últimos datos del Banco Mundial.
Estos problemas geopolíticos de la región ya provocaron reacciones de ambos bandos. Por un lado, Corea del Norte, Irán, Cuba, Rusia y Venezuela denunciaron el arribo de Pelosi a Taipei como un acto de desafío estadounidense. Por otro lado, los países de la comunidad europea, Japón y demás aliados anunciaron su posición de defender la soberanía y democracia de la isla asiática.
Este conflicto renueva las tensiones que ya tenían China y EUA las cuales podrían complicar el entorno económico global. Esto puede ser muy benéfico para México debido a varios factores. Los problemas del COVID y el confinamiento chino generaron problemas de suministros de insumos manufactureros globales. Este efecto llamado nearshoring o regionalización de las proveedurías está atrayendo nuevas empresas manufactureras al país. El TMEC y la cercanía geográfica indica, además, que existen ventajas competitivas de estar en México para producir bienes.
Ojalá que el gobierno federal entienda estas oportunidades que se avecinan y se aprovechen al máximo. EUA seguirá siendo el país más poderoso del mundo y seguirá presumiendo tasas de crecimiento de mediano plazo importantes. La sólida inversión en infraestructura y la tendencia al alza del sector tecnológico serán determinantes para mantener este ritmo de crecimiento elevado.
Para México basta recordar que ante la muy pobre inversión en infraestructura y una tendencia a la baja de la inversión fija bruta, depende mucho del dinamismo del país vecino. Las exportaciones manufactureras, las remesas y el turismo contribuyen a más de dos terceras partes del crecimiento del país. Esperemos que el gobierno federal entienda los beneficios de la relación con EUA y no persista en generar conflictos por el sector energético del TMEC. Sería un grave error que se aliara con China en este tema.
Por último, el mundo debe defender los ideales de la democracia y libertad económica. Esto ha provocado que Taiwán sea un país más rico, próspero y desarrollado que China. La riqueza de una nación se mide por el PIB per capita, el índice de desarrollo humano, índice de movilidad social, índice de felicidad, entre otros. En todos sale mejor Taiwán que China.
El autor es director general de Soluciones Financieras GAMMA y profesor de Economía y Finanzas de EGADE Business School. Tiene un doctorado en Finanzas y maestría en Economía Financiera, ambas por la Universidad de Essex en el Reino Unido. Fue el economista en jefe para México de Itau BBA, director general adjunto de Organismos Financieros Internacionales en la SHCP e investigador en el Banco de México.