Recientemente Macario Schettino publicó el libro México en el precipicio, texto donde relata cómo México se enfrenta a un declive económico importante. Es impresionante como en tres años las perspectivas económicas de una nación pueden deteriorarse de tal magnitud. Un estudio reciente del Banco Mundial indica que México saldría de las 15 economías más importantes del mundo en el 2036, desplazada por Indonesia. Los factores detrás de este deterioro son múltiples.
Primero, la inversión fija bruta permanece en niveles muy inferiores a su nivel pre pandemia y se está recuperando muy lentamente. La inversión es fundamental para detonar crecimiento futuro (potencial). Las políticas públicas anti mercado y estatistas están alejando a la inversión productiva. Además, las recientes rencillas con EUA y Canadá están ahuyentando a la inversión productiva. Segundo, la inversión en ciencia y tecnología está cayendo de manera importante. Como proporción del PIB ya representa solamente 0.3 por ciento, de 0.5 anteriormente. Recordemos que el crecimiento potencial de una economía está en función del capital físico, humano y tecnológico.
Tercero, por la mala calidad educativa en el país. De por sí la educación pública era de pésimo nivel, evidenciada por las pruebas PISA, ahora con el nuevo contenido curricular se estima se pierdan competencias laborales en los trabajadores del país. Cuarto, por una falta de estado de derecho y transparencia. La impunidad es rampante y más si se trata de políticos cercanos al partido en el poder. Además, la mayoría de las adjudicaciones son sin licitaciones y se protegen del poder judicial por medio del concepto de seguridad nacional. Es decir, el gobierno de está tornando autoritario. Quinto, por la inseguridad. Los homicidios ya superaron los récords anteriores y no paran.
Lo único rescatable hasta el momento ha sido la estabilidad de las finanzas públicas y de la moneda. La primera ayudada por un precio del crudo elevado que ha incrementado los ingresos petroleros el estado ayudado por los recursos del FEIP, fondo de ahorro que dejó la administración anterior (de 350 mil millones de pesos quedan 30 mil millones solamente). Asimismo, Banxico ha mantenido la solidez de la moneda subiendo la tasa de interés cuando ha sido necesario en un entorno muy complicado de una elevada inflación.
El problema surge hacia futuro. Estos factores tendrán repercusiones de largo plazo. Los estimados de crecimiento potencial para el país se ubican en alrededor de 2 por ciento anual, de 4.5 por ciento hace apenas algunos años. Esta tasa de crecimiento potencial es insuficiente para generar los empleos necesarios para el país. La inversión en infraestructura está localizada en el centro sur del país lo cual está descuidando la movilidad del norte.
Además, la mayoría de estos proyectos no son rentables, AIFA pierde 23 millones de pesos al mes. La falta de crecimiento generará menores empleos a los necesarios lo que elevará la pobreza y por ende la inseguridad aún más.
Por último, el gobierno federal le apuesta al petróleo y al litio como ejes de desarrollo económico. El mismo error se hizo en la década de los 70s con el petróleo, parece que no aprendimos la lección, a diferencia de Corea del Sur. Así, comparto la visión de Macario de un país que está en el precipicio pero a diferencia de él yo si creo que será por mucho tiempo.
El autor es director general de Soluciones Financieras GAMMA y profesor de Economía y Finanzas de EGADE Business School. Tiene un doctorado en Finanzas y maestría en Economía Financiera, ambas por la Universidad de Essex en el Reino Unido. Fue el economista en jefe para México de Itau BBA, director general adjunto de Organismos Financieros Internacionales en la SHCP e investigador en el Banco de México.