El Bienestar Autorreportado (BIARE) de la población mexicana adulta registró 6.1 puntos en julio de 2022, de acuerdo con información proporcionada por el INEGI. Esto represente una disminución respecto al nivel que mantenía en enero y abril (6.2 puntos).
El objetivo del BIARE consiste en captar tres dimensiones del bienestar, que son: en primer lugar, el balance anímico, incluye también la satisfacción con la vida en general y con ámbitos específicos de la misma y la llamada eudemonía, que se refiere a la fortaleza de ánimo y sentido de la vida.
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) recomienda a todas las oficinas nacionales de estadística de sus países miembros generar indicadores de bienestar subjetivo que complementen los indicadores económicos.
Para eso, el primer mes de cada trimestre, el Módulo BIARE Básico acompaña a la Encuesta Nacional sobre Confianza del Consumidor (ENCO) y ofrece información representativa de la población adulta concentrada en 32 ciudades del país.
El balance anímico general de la población es un indicador de bienestar que se construye con base en los estados de ánimo que el informante declara haber experimentado el día anterior a la entrevista.
En julio de 2022, el promedio del balance anímico general de la población adulta se ubicó en 6.1. El balance anímico general entre los hombres tiende a ser mayor que entre las mujeres: los niveles fueron 6.5 y 5.8, respectivamente.
En julio de este año y en una escala de 0 a 10, la población adulta urbana calificó qué tan satisfecha se encuentra actualmente con su vida. De ahí se obtuvo un valor promedio de 8.3, una décima por debajo de la reportada en enero y abril (8.4 puntos).
En lo que se refiere a su satisfacción, ya no con la vida en general, sino con algunos aspectos específicos, la población adulta está más satisfecha con sus relaciones personales que con cualquier otro ámbito. El promedio fue 8.7.
Por otro lado, los dominios con promedios por debajo de la satisfacción con su vida en general son: vecindario, tiempo libre, ciudad, país y seguridad ciudadana.
El ámbito personal con menor nivel de satisfacción fue el tiempo libre (7.8), mientras que, en el ámbito de lo público, el nivel de satisfacción con su seguridad ciudadana registró el nivel más bajo al ubicarse en 5.2.
Cabe destacar que, de los 12 dominios considerados, 11 presentaron una disminución respecto a julio de 2021, mientras que nivel de vida mantuvo el mismo nivel.
En loque se refiere a la eudemonía, los aspectos mejor calificados fueron “soy libre para decidir mi propia vida” y “soy una persona afortunada”, con una calificación de 9.1 puntos.
Por el contrario, la peor calificación fue para “cuando algo me hace sentir mal, me cuesta trabajo volver a la normalidad”, con una calificación de 4.5 puntos.
El BIARE, que está disponible desde enero de 2015, es un valioso complemento del Indicador de Confianza del Consumidor y es uno más de los indicadores cualitativos que existen sobre la economía mexicana.
Consideramos que este tipo de información constituye un valioso elemento a disposición de los analistas para una mejor comprensión de nuestra economía y una parte esencial de la misma, que es el bienestar de la población.
Se confirma estancamiento
El producto interno bruto (PIB) de la economía mexicana en el segundo trimestre de 2022 creció apenas 0.9 por ciento en relación al trimestre anterior y 1.9 por ciento con referencia al mismo trimestre de 2021, de acuerdo con información proporcionada por el INEGI.
Los tres sectores de la economía (primario, secundario y terciario) registraron la misma tasa de 0.9 por ciento en relación al primer trimestre del año.
Si tomamos como referencia en segundo trimestre de 2021, el sector más dinámico fue el secundario, que incluye la industria en sus diferentes manifestaciones, que registró un crecimiento de 3.3 puntos porcentuales.
En cambio, el sector terciario, que incluye el comercio, los transportes y los servicios en general, mostró un magro crecimiento de 0.9.por ciento en el segundo trimestre de 2022.
El autor es economista de la UANL, con Doctorado en la Escuela de Graduados de Administración y Dirección de Empresas (EGADE) del ITESM. Es profesor de la Facultad de Economía de la UANL y miembro del SNI-Conacyt.