Durante este año, el sector de autopartes del país registrará una Inversión Extranjera Directa (IED) récord, ya que rondará los cuatro mil millones de dólares, lo que representa más de 10 por ciento respecto al año pasado, señaló Carlos González, director general de la empresa regia Hultek.
El directivo destacó que estas inversiones serán precursor de la especialización de las pequeñas y medianas empresas (Pymes) mexicanas.
“El impulso del nearshoring y los requerimientos de nuevas tecnologías en la industria automotriz son detonantes de cambios importantes para la proveeduría Tier 2 y Tier 3 del sector”, dijo González.
Agregó que mientras que este año marcó el inicio de un proceso de nearshoring que podría durar varios años, el 2023 será decisivo para regresar a los niveles de producción previos a la pandemia y avanzar hacia las nuevas tecnologías, como la electrificación.
“En este sentido, las empresas mexicanas que son parte de la cadena de proveeduría de las grandes armadoras necesitan avanzar rápidamente hacia procesos automatizados, certificaciones de calidad y adopción de nuevas tendencias, como la sostenibilidad y el lean manufacturing”, explicó González.
Comentó que las empresas del sector automotriz que lleguen al territorio nacional tendrán, además, nuevas necesidades marcadas por la evolución que la industria ha experimentado en los últimos años.
“Debemos estar listos para las nuevas necesidades que implica la electrificación de la industria automotriz, en primer lugar, y la proveeduría para un sector que busca equipos cada vez más ligeros, y esto implica una mayor especialización de piezas micro y pequeñas, así como en innovación de materiales y procesos”, indicó.
Señaló que la especialización y crecimiento de la proveeduría automotriz mexicana no es opcional, pues las reglas del T-MEC son muy específicas en la necesidad de que los automóviles que se producen en Norteamérica deben contar con un 75 por ciento de contenido regional.
De acuerdo con datos de 2021 de la Cadena de Proveedores de lndustria en México (Capim), hasta 50 por ciento de los mil 500 proveedores de la industria automotriz no contaban con las certificaciones específicas para abastecer al sector y que la mayoría de estas empresas se encontraban en el escalafón Tier 2 y Tier 3 de la cadena de suministros.
“Esto está cambiando rápidamente, pero también se requieren inversiones importantes en el sector, no solo para ampliar el número de proveedores, sino desarrollar a los existentes en procesos de calidad, logística y tecnología al interior de las plantas de producción”, señaló.
Recordó que el Clúster Automotriz de Nuevo León, por ejemplo, ha destacado la necesidad de incrementar la base de proveeduría hasta en tres mil empresas adicionales que puedan abastecer a la industria, mientras que algunos armadores han señalado la necesidad de invertir hasta siete mil millones de dólares para que los proveedores existentes avancen hacia la electrificación.