Monterrey

Hiram Peón: Tenemos abasto de agua, pero el gobierno sigue sin resolver el problema

La industria necesita agua para crecer y para asegurar la inversión en el estado.

Recientemente, antes de que terminara el año 2022, el periódico New York Times publicó un artículo, que reprodujo El Norte, y en el que los periodistas se tomaron muchas libertades para explicar el problema de la sequía que tuvimos este verano en Nuevo León.

Este fue un verano en el que nos tocó sufrir durante varios meses la escasez de agua, igual que en muchas regiones del mundo.

El artículo destaca la desigualdad que tenemos en la ciudad y el estado, y los autores la muestran contrastando el hecho de que tuvimos lugares en donde faltó el agua totalmente por más de ocho días, mientras que las empresas seguían produciendo sus embotellados sin ningún problema.

No dijo que esas empresas exploraron y construyeron sus propios pozos y que por décadas no han utilizado el agua potable que el gobierno trae para las casas habitación.

Tampoco dijo que esos pozos operan con permisos jurídicamente legales, de acuerdo a como la ley regula este tipo de uso de agua.

Desde luego no dijo que esas empresas siempre han sido solidarias con las comunidades de muchas maneras, no sólo regalando el agua.

La Cervecería Cuauhtémoc Moctezuma, hoy HEINEKEN México, inició fabricando hielo, de hecho, su primer nombre fue Fábrica de Hielo y Cerveza Cuauhtémoc. Originalmente había un lugar, que todavía existe, a donde acudían los regiomontanos a llenar sus garrafones con agua potable de manera gratuita.

A veces resulta muy interesante leer varias veces el texto de alguien para notar que fue lo que dijo, pero principalmente para saber lo que no dijo.

El artículo está firmado por David Shortell, periodista independiente que vende sus artículos, principalmente a CNN y al NYT; y Lorena Ríos, periodista también.

Quiero creer que, quizá por la limitación del espacio que se tiene en los medios impresos, dejaron mucha información fuera del texto que le vendieron al NYT, pero que luego, en fecha posterior Lorena Ríos comentó en un podcast de Reforma llamado “El Café de la Mañana”.

Ahí si se comentó, que la responsabilidad de abastecer agua es del gobierno, específicamente de Agua y Drenaje. Por lo tanto, el responsable de invertir a tiempo para prevenir las consecuencias de la sequía es el gobierno, que finalmente cuenta con los recursos locales, estatales y federales provenientes de los impuestos que pagan todos los ciudadanos.

Que el actual gobernador tenga problemas para coordinar sus programas y ejercer el presupuesto, ese es otro asunto.

También, Alberto Rodríguez, co-editor del periódico El Norte web, relató que la misma Conagua conoce que la mayor parte de las concesiones para la perforación de pozos y el uso del agua se encuentra en el sector agrícola.

Dice Rodríguez que “en el estado hay un volumen de agua condicionado de poco más de 883 millones de metros cúbicos.

De este número el 61 por ciento, o sea 544 millones de metros cúbicos van a parar al sector agrícola.

El sector industrial concentra un poco más del 8 por ciento de las concesiones, unos 77 millones de metros cúbicos.

Para el consumo humano se destinan poco más de 155 millones de metros cúbicos, es decir el 17 por ciento del total de concesiones que avala Conagua” Hasta aquí la información citada por Rodríguez.

Con toda esta información en la mano tenemos que reconocer y aceptar que: existe un estado de derecho que se debe respetar, que las empresas cuentan con permisos para extraer agua para su uso industrial y que están dentro de la legalidad, que es poco humano tomar las necesidades legítimas de la población y confrontar a las empresas haciéndolas parecer responsables de la falta de agua.

Que los ciudadanos tienen todo el derecho de protestar cuando se sienten abandonados por los responsables de abastecer el agua. Que es obvio que donde deben protestar es en las oficinas de los responsables de este servicio en Nuevo León, donde la máxima autoridad es el gobernador del estado.

Este no es un hecho aislado, volveremos a tener sequías, quizá en dos o tres años. Ahora mismo el abastecimiento de agua ya se normalizó, pero no debemos quitar el dedo del renglón, debemos exigir a las autoridades que cumplan con su obligación de resolver los problemas de abastecimiento de agua en el estado.

Con mis mejores deseos para que todos tengamos un buen año 2023.

No perdamos la esperanza, ni la fe, hasta la próxima.

El autor es experto en comunicación corporativa y situaciones de crisis. Cuenta con un MBA del ITESM.

COLUMNAS ANTERIORES

Suspenderá Alpek operaciones de EPS en Beaver Valley
Femsa le dice adiós a Torrey

Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad de quien firma esta columna de opinión y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.