La economía de Nuevo León se ha estancado en los últimos años contrastando con un crecimiento arriba del promedio del país en las últimas tres décadas. Haciendo un recuento del crecimiento de la economía por sexenio para Nuevo León podemos observar que la entidad está experimentando su nivel de crecimiento más bajo desde el sexenio de Miguel de la Madrid.
El promedio del crecimiento anual en el sexenio de 1982 a 1988 fue de 0.07 por ciento, en el sexenio de 1988 a 1994 de 4.3 por ciento, en el sexenio de 1994 a 2000 fue de 4.7 por ciento, en el sexenio de 2000 a 2006 fue de 3.8 por ciento, en el de 2006 a 2012 fue de 3.3 por ciento, en el de 2012 a 2018 de 3.3 por ciento y de 2018 al tercer trimestre de 2022 (datos más recientes del INEGI) se promedia un crecimiento de 1.2 por ciento anual. Lo anterior resulta soprendente ya que la industria manufacturera, que es la más relevante para la entidad y el país, se recuperó vigorosamente después de la pandemia por el efecto nearshoring y el TMEC.
Si analizamos los crecimientos promedio anuales del sector manufacturero de los últimos cuatro sexenios (no había información más longeva) vemos que el crecimiento en el sexenio 2000 a 2006 fue de 4.1 por ciento anual, en 2006 a 2012 de 2.3 por ciento, en 2012 a 2018 de 2.5 por ciento y de 2018 al 3T de 2022 de 4.3 por ciento. Es decir, el sector manufacturero sí está teniendo el dinamismo esperado para el estado. Pero, entonces, ¿qué explica el pobre crecimiento del estado? Si analizamos a fondo el indicador del sector industrial, particularmente el del componente de la construcción tendremos la respuesta.
El sector de la construcción por sexenio registró una expansión promedio anual de 14.8 por ciento en el sexenio 2000 a 2006, de 4.6 por ciento en 2006 a 2012, de 2.7 por ciento en 2012 a 2018 y de -1.9 por ciento de 2018 al 3T de 2022. Es decir, el sector de la construcción está promediando tasas de crecimiento negativas por primera vez en al menos 22 años. Gran parte de esa contracción está relacionada con la falta de inversión en infraestructura pública.
Según el último reporte de economía regional del Banco de México (3T 2022) se observa claramente como la inversión en construcción pública crece en el centro y sur del país pero en el norte está cayendo fuertemente. Asimismo, la inversión en generación, transimisión y distribución de energía eléctrica, suministro de agua y de gas, registró crecimientos promedios anuales de 2.4 por ciento en el sexenio 2000 a 2006, de 9 por ciento de 2006 a 2012, de -0.2 por ciento de 2012 a 2018 y de -3.8 por ciento de 2018 al 3T 2022.
Así, es claro que mientras el sector externo está impulsando a la economía estatal gracias al buen dinamismo de la industria estadounidense, la economía estatal está siendo perjudicada por falta de inversión pública federal. De tener un crecimiento de entre 3 y 4 por ciento en sexenios anteriores NL ahora está creciendo a una tasa promedio de 1.2 por ciento. La falta de crecimiento se está viendo reflejado en menores empleos, un incremento en el índice de pobreza (19.4 en 2018 a 24.3 por ciento en 2020) y un deterioro en la calidad de vida.
El autor es director general de Soluciones Financieras GAMMA y profesor de Economía y Finanzas de EGADE Business School. Tiene un doctorado en Finanzas y maestría en Economía Financiera, ambas por la Universidad de Essex en el Reino Unido. Fue el economista en jefe para México de Itau BBA, director general adjunto de Organismos Financieros Internacionales en la SHCP e investigador en el Banco de México.