Espléndida la concentración del domingo 26 de febrero en Monterrey, más de 30mil personas coreando consignas a favor de la democracia, la defensa del voto, el corrido de Monterrey “aunque cantemos feo” -dijo el animador-, el Himno y la bandera ondeando.
Dos oradoras y un orador con perspectivas diferentes sobre los motivos que nos tenían ahí: una ciudadana en ciernes, una investigadora en materia electoral y exconsejera del entonces IFE, y un formador de líderes jóvenes. Cada uno expresó a la Suprema Corte de Justicia de la Nación las razones por las cuales la ciudadanía teme la aprobación del malhecho Plan B.
Escuchamos las expectativas de una joven que en abril sacará su credencial de electora por primera vez y quiere vivir plenamente la democracia; de la académica, el análisis sobre el impacto práctico del Plan B en la operatividad del INE; y el orador enfatizó la trascendencia que tendrá en la historia esta segunda manifestación ciudadana.
Bien interesante el Amicus Curiae al que se nos invitó a apoyar con firmas. Es una argumentación que presentará la sociedad organizada con información, opiniones expertas, perspectivas y demandas de la ciudadanía que serán tomados en cuenta en la interpretación jurídica que haga la Corte. Impresionantes las filas, se reunieron casi diez mil en el país, la meta eran dos mil.
Otra forma de apoyo disponible era un formato para registrarse en la red de comunicación ciudadana para quien le interesara conocer y participar con las diferentes organizaciones civiles que coordinadamente convocan a diferentes actividades. A nadie se le pidió la credencial de elector, lo repitieron insistentemente en el micrófono, el dato que se pedía era el número de sección electoral para poder crear los nodos de vecinos. Igualmente, las colas parecían interminables.
Organizada la sociedad civil repartió bolsas, paraguas, camisetas y se recibían donativos voluntarios. Además, prepararon largas telas para desplegarlas mientras entonábamos el Himno Nacional. De frente a la bandera, más de treinta mil almas cantamos. La emoción fue intensa, la vibración se apoderó de la Macroplaza, se escaparon muchas lágrimas de alegría, orgullo, dignidad, pertenencia, confianza mutua y un montón de sentimientos más.
Igual que el 13/11 la Macroplaza quedó limpia, nadie dejó basura desperdigada.
También asistieron militantes y líderes partidistas que fueron absolutamente respetuosos del evento ciudadano. El prietito en el arroz fue FRENA que quiso hacer su marcha al mismo tiempo que la concentración, pretendieron interrumpir o confundir a la gente. Eran pocos y nunca los vi marchar. Lo más triste fue la intención de apropiarse del evento y de su éxito. La verdad, hicieron un papel triste, un protagonismo desgastado y manipulador, que al final resultó muy útil para mostrar la madurez de la ciudadanía.
Hemos evolucionado como sociedad politizada, que no partidizada. Al hilo van las dos marchas. Los partidos políticos y sus agentes, aunque no acaban de dejar las viejas prácticas, ya voltean a vernos y empiezan a escuchar la voz propositiva de una ciudadanía sin partido que despierta y por fin logra organizarse.
En la agenda ciudadana sigue vigilar el proceso de selección de perfiles para integrar el Consejo General del INE, la observación electoral en las elecciones de Coahuila y Estado de México, la intervención ciudadana para el aval de candidaturas para la presidencia del 2024 y otras activaciones coordinadas para fortalecer la democracia en el país.
Vamos bien, México.
Pdta: el 26/03 se está convocando a una marcha por el aire limpio en la ciudad, para ir reservando la fecha.