Resulta paradójico, para el lector común, entender por qué se aplicó en Enero un fuerte freno de -15.4% al Gasto Neto Presupuestal aprobado, de -16.2% al Gasto Programable, y de -17.1% al Gasto Primario (el cual excluye el pago de intereses) cuando en el informe sobre las finanzas públicas al mismo mes, se reportan resultados más que favorables en materia de ingresos, ya que los ingresos presupuestales se reportan creciendo en un 6.3% en términos reales, (aplicado ya un deflactor de casi 8%) y los ingresos tributarios aumentando en un 5.5%, crecimiento que se eleva a un 6.9% real, al excluir la recaudación del IEPS a las gasolinas, ya que se sigue otorgando el estímulo que reduce de manera temporal, la cuota federal a pagar.
La respuesta a esa paradoja, es que los resultados favorables que reporta la SHCP, en materia de ingresos, los calcula comparando la recaudación efectiva, contra lo recaudado en el mismo mes del año anterior, cuando para propósitos de gasto, lo relevante es comparar lo recaudado contra los ingresos aprobados por el Congreso para el año en curso, y calendarizados mes con mes, ya que el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) se elaboró y se aprobó, bajo el supuesto de que se iba a recibir cierta cantidad de ingresos, mismos que se procedió a etiquetarlos para propósitos de gasto.
Es decir, el PEF autorizado para 2023, se basó en proyecciones de ingresos que se incorporaron en LIF (incluyendo también ingresos por financiamientos de $1.2 billones de pesos) por lo que si no se obtienen esos montos de ingresos proyectados, simplemente NO hay ni habrá recursos para ejercer el presupuesto aprobado, salvo que se decida no respetar el techo de deuda, y se incurra en mayor endeudamiento.
Ahora, si comparamos los ingresos presupuestales percibidos en Enero de este año, y los comparamos contra los aprobados en LIF 2023, que se calendarización mes con mes, el resultado es que los ingresos presupuestarios presentan una MINUSVALÍA de $75.5 miles de millones de pesos a los programados que se iban a percibir el pasado mes de Enero, (un 5.4% menos) lo que implica que no se generaron suficientes ingresos para pagar el gasto comprometido para el mes de enero.
Es por eso, que a nivel de Sector Público Presupuestal, de inmediato se aplicó un recorte o subejercicio en el Gasto Neto Total, y de estar programado un gasto de $756.9 mmp para el mes de enero, se ejercieron $640.1 mmp, un recorte de $116.8 mmp equivalentes al 15.4% del gasto programado, recorte incluso superior a los $75.5 mmp dejados de percibir, con lo que el Gasto Neto Presupuestal también decreció 0.9% real con relación al erogado en Enero del año pasado.
El corolario de este análisis, es que las proyecciones de ingresos con las que se elaboró el proyecto de LIF 2023, (así como el PEF 2023), fueron demasiado optimistas, y era previsible que NO se iban a materializar, error que ya se venía arrastrando desde las proyecciones de cierre de ingresos para 2022, pues estimaban, incluso en noviembre del año pasado, que los ingresos tributarios cerrarían por arriba de los $4 Billones de pesos, y fueron de solo $3.8 Billones, error que por supuesto se iba a traspasar a las proyecciones de ingresos para 2023, al tomar como base de proyección una cifra de cierre sobre estimada.
Sin duda, sobre estimar la recaudación tributaria esperada para el cierre 2022 y para 2023, conduce también a sobre estimar la recaudación federal participable, (RFP) y por ende, las Participaciones (y parte de las Aportaciones) que recibirán los gobiernos locales, situación que desde la caída en recaudación registrada en diciembre del año pasado, empezó a afectar los recursos que reciben Estados y Municipios, ya que el reparto de Enero, se basó en lo recaudado el mes de Diciembre, y la caída de ingresos de Enero, afectó el reparto del mes de Febrero.
En el reparto de Enero, la RFP se reportó con una caída de menos 9.4% en términos reales, y para Febrero, conociendo ya la recaudación de Enero, continua la caída, con ingresos menores a los aprobados.
Esta tendencia en menores participaciones a gobiernos locales, seguramente se mantendrá para Marzo, considerando datos preliminares de la recaudación en Febrero que de manera extraoficial se manejan, y siguen apuntando a una menor recaudación a la programada.
Así como el Gobierno Federal ya está ajustando el Gasto desde el mismo primer mes del año, se sugiere a los Gobiernos Locales iniciar también una revisión del gasto aprobado, ya que las proyecciones en materia de Participaciones Federales, se basaron en estimaciones muy optimistas de cierre de ingresos de 2022 que no se materializaron, y en posteriores proyecciones, aún más optimistas para 2023, incluso muy superiores a las que se asocian a otros supuestos, optimistas también, como un crecimiento del PIB real de 3%, que muy probablemente tampoco se alcanzará, por lo que NO se generarán los ingresos suficientes para sufragar el gasto aprobado.