En Nuevo León tenemos una gran área de oportunidad. Las cifras y contexto del sector financiero nos indican que las regiomontanas no ven cercana y tangible la posibilidad de invertir su dinero en los diferentes instrumentos que ofrece el mercado y que hoy están a disposición de todos.
Es común en pláticas con familiares y amigos suponer que el terreno de las inversiones está solo destinado para personas con un alto capital y esto hoy ya no es cierto.
Otro lugar común es asociar que la única inversión real que tenemos es adquirir un departamento, digamos en Escobedo o San Nicolás. Sin embargo, sabemos que es un mercado con poca transparencia en cuanto a valuaciones y poca liquidez en el corto plazo, por ello, la venta de una casa puede llevar varios meses.
En paralelo también se cree, erróneamente, que las inversiones son como ir al casino porque son una apuesta, y asociamos la figura de los inversionistas con Wall Street, un mundo solo para hombres y exclusivo a la compra-venta de acciones.
Ante estas nociones, vale la pena reflexionar cuál es nuestra relación con el dinero y cómo podemos aprovechar las inversiones para construir un camino sólido que nos lleve a nuestro bienestar financiero.
Hoy existen muchas opciones desde instituciones financieras que son reguladas por la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV); y por otro lado agremiadas a la Asociación Mexicana de Instituciones Bursátiles (AMIB), todo con el fin de que más regiomontanas alcancen su bienestar financiero.
En cuanto a cifras, GBM, institución financiera con 37 años de experiencia y líder en número de cuentas de inversión en México, reportó que al cierre de 2022 están registradas más 4 millones de cuentas. Sin embargo, solo 24% pertenecen a mujeres. Al trasladar esta cifra y contexto, veo con preocupación que hay una variación más desigual. En Nuevo León se reporta que 78% son hombres, mientras que solo 22% son mujeres inversionistas; dato que constata el tamaño del reto al que nos enfrentamos.
Inversionistas en Nuevo León
A nivel estatal están registradas más de 28 mil cuentas de inversión de regiomontanas, de acuerdo con cifras de GBM. Un punto positivo es que al final de 2021 había más de 16 mil cuentas, lo que representa un crecimiento de casi 70%. Asimismo, el 38.9% invierte en deuda, 22.7% en acciones de empresas mexicanas, 17.1% en el Sistema Internacional de Cotizaciones (SIC) y 9.5% en ETFs. Estos no son porcentajes complementarios porque una misma mujer puede invertir en estos instrumentos. Otra característica de las inversionistas es su edad, siendo el grupo predominante las que tienen entre 25 y 34 años (48%), lo que comprueba que las nuevas generaciones están empezando a tomar conciencia sobre la construcción de su riqueza y patrimonio.
Actualmente en la entidad, de acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), viven 5.7 millones de habitantes siendo 50% mujeres y hombres por igual. Sin embargo, al revisar el dato de la Población Económicamente Activa, encontramos que 62.4% corresponde a hombres por un 39.6% de las mujeres. Esta es otra de las muchas brechas que las mujeres enfrentan actualmente para alcanzar su independencia financiera.
Ante este panorama y cifras propongo que tengamos un enfoque basado en el bienestar financiero. En mi caso, pongo foco en las mujeres y todas las condiciones de desigualdad a las que nos enfrentamos. Si colocamos a las finanzas personales como una prioridad en nuestra vidas, veremos el efecto que logra, ya que esta libertad financiera se puede traducir en la oportunidad de salir de una situación de peligro o que nos tenga incomodas, alcanzar el objetivo de enviar a tus hijos a la universidad o comprar la tan añorada casa de retiro. Todo esto acompañado de felicidad, pues está comprobado que las personas que toman sus primeros pasos invirtiendo experimentan más felicidad y optimismo en el futuro.
Finalmente, invito a todas las regiomontanas a que se acerquen a instituciones financieras reguladas y confiables, que busquen a un asesor financiero de su confianza y con las credenciales necesarias para que las oriente en cómo comenzar a invertir. Las inversiones son para personas visionarias y las regiomontanas lo son de sobra.
La autora es directora de Adquisición de Asesores en GBM.