Las centrales que cedió Iberdrola a México tienen muchos años vendiendo la energía que generan a CFE a precios competitivos, por lo que el país no obtendrá una baja en sus costos de generación, advirtieron expertos en el sector.
Roberto Mercado, socio y director Comercial de EPSCON, consultora en contratos de electricidad, señaló que “la CFE ya venía comprando la energía generada por dichas centrales, a precios competitivos y lo iba a seguir haciendo por muchos años más de acuerdo con lo establecido en los contratos de largo plazo”.
Agregó que, “estas centrales compradas a Iberdrola aun y cuando son más nuevas y eficientes que las centrales de generación de CFE, también ya tienen sus años. Por ejemplo 8 de esas centrales tienen más de 15 años operando, algunas de ellas alrededor de 20 años”.
Consideró que sin necesidad de invertir un peso, la CFE ya tenía acceso a energía con un costo más económico que el de las centrales de Iberdrola, donde la mayoría han operado por 15 o más años.
“En realidad, lo que requiere el país es una generación nueva para cubrir la demanda de energía que año con año viene creciendo y que ahora con el nearshoring subirá aún más.
“También, desde hace tiempo la mayoría de la industria, si no es que toda, está buscando cambiarse a energías renovables, y aquí surgen una serie de preguntas son: ¿Hay un beneficio real para México con base a esta acción? ¿Se reducirán los costos de generación de CFE? ¿Se incrementó la capacidad de generación eléctrica del Sistema Eléctrico Nacional (SEN) para dar respuesta a la creciente demanda eléctrica? ¿Ayudará a reducir las fallas en el SEN para aumentar su confiabilidad? ¿Se reducirán las emisiones de CO2 originadas de la generación eléctrica o, en otras palabras, se reducirá el Factor de Emisiones del SEN? Y la respuesta a todos estos cuestionamientos es un rotundo NO”, advirtió Mercado.
Para Juan Carlos Machorro, experto en energía de la firma Santamarina y Steta, apuntó que la realidad con Iberdrola es más bien la de una empresa que está desinvirtiendo, tras haber sido la más acosada en el sector por parte de esta administración y una más de aquellas que han padecido las medidas adoptadas por el Gobierno.
“No hay nada que celebrar cuando una empresa desinvierte como resultado de un hostigamiento desde el gobierno en un sector que se encuentra abierto a la participación del sector privado y cuyos derechos adquiridos e inversiones deben respetarse a cabalidad en un Estado de Derecho.
“El país va en un camino franco a un déficit de generación de electricidad hacia el año 2025 cuando la demanda superará a la capacidad de generación de electricidad. En este contexto, no hace absolutamente ningún sentido disponer de recursos públicos para adquirir capacidad de generación ya instalada”, indicó Machorro.
Por su parte Mercado, cuestiono de nuevo: ¿Iberdrola tenía planeado deshacerse de estas 13 centrales de generación? Lo más seguro es que no, sin embargo, la relación que se ha observado entre la Administración federal actual e Iberdrola durante este sexenio probablemente influyó en gran medida a cambiar de parecer.
“CFE es o era, el cliente más grande o de los más grandes de Iberdrola en todo el mundo y al mismo tiempo la firma española era el generador privado que más energía proveía a CFE, haciéndolo el más grande del País.
“¿Entonces esta acción fue perjudicial para Iberdrola? No del todo. Es verdad que vende la mayor parte de su generación en México por los motivos que hayan sido, sin embargo, en su mayoría se deshace de fierros ‘viejos’. Definitivamente, Iberdrola no iba a regalar sus activos por lo que seguramente hizo muy buena venta”, apuntó el directivo de EPSCON.