Nuevo León es un estado el cual se caracteriza por su gran colaboración con la industria manufacturera. A través del tiempo hemos visto que la productividad es un indicador el cual las empresas revisan con lujo de detalle. En el sector manufactura cada hora de producción cuenta, ya que independientemente si el ritmo de salida es bueno o malo, seguimos teniendo gastos fijos. Por esa razón buscamos optimizar nuestros procesos para hacerlos cada vez más eficientes y todo esto lo hacemos a través de la mejora continua.
Como parte de la mejora continua utilizamos un sin fin de herramientas que nos ayudan detectar las oportunidades de nuestros procesos y a su vez corregirlas con planes de acción a corto, mediano y largo plazo.
Una herramienta común que forma parte de la metodología six sigma es DMAIC, en ella podemos visualizar claramente las fases a ejecutar para tener una buena optimización y mejora de nuestros procesos, diseños, productos, etc. La descripción de sus iniciales en inglés es (Define, Measure, Analyze, Improve and Control).
Coloco como ejemplo la herramienta de análisis DMAIC, ya que nos da la pauta de las fases a trabajar para analizar las oportunidades que tienen nuestros procesos. Desde mi punto de vista la fase controlar es el principal obstáculo de la mejora continua, esta fase es el Talón de Aquiles de la industria, es decir su punto más vulnerable por el hecho de que de aquí parte si la mejora será la solución al problema que se busca atacar. La fase CONTROLAR sin duda requiere de disciplina y un gran compromiso por parte de los involucrados en la mejora.
Hago énfasis en la fase Controlar, ya que generalmente implementamos las mejoras, pero olvidamos que el control y seguimiento es lo más importante.
Como dato adicional, debemos de tomar en cuenta que una mejora que no se puede medir, tampoco se podrá controlar.
Aquí es cuando caemos en un círculo vicioso porque la empresa continuamente asignara un nuevo equipo de personas para buscar mejorar un proceso en el cual previamente ya se había trabajado, pero nunca establecimos un buen sistema de sostenimiento; causando que el equipo detecte las mismas áreas de oportunidad, pero con mejoras diferentes.
Al analizar la historia de dicho problema nos encontraremos que hemos estado implementando un sinfín de acciones, las cuales posiblemente serían funcionales si hubiéramos tenido un buen sistema de control y detección tras su implementación, ya que en el punto crítico donde nuestra mejora implementada comienza a ser deficiente podemos corregir sin esperar a que el proceso se caiga de nuevo.
El sistema de control debe de ser lo suficientemente robusto para poder detectar el impacto que tiene la mejora en nuestro proceso porque sin esta capacidad no podremos evaluarla a corto, mediano y largo plazo.
Como recomendación centrémonos en el sostenimiento y control de nuestros procesos, esto nos dará ahorro del recurso más valioso que es el tiempo de nuestros asociados y con esto nos podremos enfocar en nuevos proyectos para nuestra empresa y así seguir construyendo el futuro de la industria manufacturera en México.
El autor es miembro del comité de Excelencia Operacional de Index Nuevo León.