El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) publicó el proxy mensual del PIB, indicador general de la actividad económica o IGAE, para el mes de febrero el cual observó una expansión de 3.9 por ciento anual. Al interior del indicador sobresale el crecimiento del sector primario (agropecuario y de ganadería) en 8.2 por ciento anual, destacando la producción de aguacate (por el Superbowl).
El sector industrial, que incluye el subsector manufacturero, de generación de energía y construcción, se expandió 3.5 por ciento anual. Asimismo, el sector de los servicios creció 3.8 por ciento anual. Si bien, los datos anuales muestran solidez en el crecimiento macro del país, si vemos los datos secuenciales (crecimientos mensuales), se percibe una desaceleración esperada.
Con datos justados por estacionalidad, la actividad económica se mantuvo casi sin cambios en febrero (+0.1 por ciento mensual), destacando la contracción del sector de los servicios en 0.1 por ciento mensual. Estos datos fueron inferiores a los estimados por el mismo INEGI hace apenas una semana con su pronóstico nowcast.
Se esperaba una aceleración de 0.7 por ciento mensual. Así, la economía comienza un periodo de desaceleración de la mano de un menor dinamismo de la industria de EUA y el apretamiento de las condiciones crediticias en el mundo y en el país.
Las buenas noticias para el crecimiento nacional proviene de la economía de EUA, que si bien, pierde ritmo de crecimiento continúa en expansión. La economía estadounidense continúa generando empleos, si bien a un menor ritmo, y una menor inflación parece darle más herramientas a la Reserva Federal para ser menos agresivo en su postura de política monetaria hacia futuro. Es decir, la probabilidad de un soft landing y evitar una recesión económica es cada vez mayor.
Además, el nearshoring está beneficiando al reposicionamiento de empresas extranjeras, sobre todo asiáticas, en el país. Los problemas comerciales y geopolíticos entre EUA y China están provocando una salida importante de empresas chinas y se están dirigiendo hacia México. El Tratado de Libre Comercio (TMEC) le da un mayor empuje a este proceso. Así, la economía mexicana deberá crecer entre 1.5 y 2 por ciento anual este año.
Los problemas para el crecimiento nacional son de mediano y largo plazos. La inversión fija bruta permanece en niveles muy inferiores pre pandemia y, los indicadores de productividad laboral y la débil inversión en ciencia y tecnología, implican que entraremos en un episodio de estancamiento económico en el mediano plazo.
El autor es director general de Soluciones Financieras GAMMA y profesor de Economía y Finanzas de EGADE Business School. Tiene un doctorado en Finanzas y maestría en Economía Financiera, ambas por la Universidad de Essex en el Reino Unido. Fue el economista en jefe para México de Itau BBA, director general adjunto de Organismos Financieros Internacionales en la SHCP e investigador en el Banco de México