Vector Casa de Bolsa al presentar Portafolios 360, una nueva familia de productos de inversión, única en su tipo, busca democratizar el acceso a inversiones globales que históricamente ha estado reservado por el sector financiero a montos a partir de 5 millones de pesos.
La empresa indicó que estos portafolios incluyen un detallado proceso de personalización, en el cual se analizan los objetivos de inversión, necesidades de liquidez y horizonte en el tiempo de cada inversionista, para así definir cuál de los portafolios de la familia 360 es el más adecuado para sus necesidades individuales.
“De esta manera, cada inversionista recibe acceso a un portafolio profesional, diversificado, flexible, personalizado y global desde un monto mínimo de 250 mil pesos”, destacó.
De acuerdo con datos de la Asociación Mexicana de Instituciones Bursátiles (AMIB), en México solamente el 7 por ciento de la Población Económicamente Activa (PEA) cuenta con un producto de inversión, lo cual es significativamente inferior al de países como Estados Unidos, donde el porcentaje supera el 50 por ciento.
En total, entre las 35 casas de bolsa con operaciones en el país, existían apenas 4.5 millones de cuentas de inversión al cierre del 2022.
Otros datos de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) estiman que un 44 por ciento de la poblaciónadulta estaría en posibilidades de invertir y elige no hacerlo a causa de barreras como el desconocimiento de las oportunidades de inversión, la falta de un correcto perfilamiento y la aversión al riesgo.
“Una estrategia como Portafolios 360 permite a nuestros clientes, desde 250 mil pesos, diversificarse en mercados globales con productos tradicionalmente reservados únicamente para grandes inversionistas”, comentó Edgardo Cantú Delgado, presidente ejecutivo de Vector Empresas y director general de Vector Casa de Bolsa.
Por su parte, Pablo Torroella Soto, director general adjunto de Operaciones de Vector Casa de Bolsa, destaca cuatro barreras para la inversión en México, que consiste en la percepción de los productos financieros de inversión como un lujo reservado sólo para personas con un muy alto poder adquisitivo, la percepción de la inversión financiera como una actividad de alto riesgo en la que se puede perder el dinero invertido.
Asimismo, la falta de cultura de inversión y falta de educación financiera en el país, y el bajo nivel de bancarización en México.