Con el objetivo de abrir el diálogo para el intercambio de ideas entorno a la situación del agua que atraviesa Nuevo León, se realizó el foro “Diálogos Por El Agua, Soluciones Para Un Futuro Sostenible”, donde especialistas en temas hídricos, de sustentabilidad y política pública coincidieron sobre la importancia de trabajar en iniciativas sobre la seguridad hídrica y su impacto en el desarrollo agrícola, industrial y urbano.
Ante la sequía que se vivió en el estado el año pasado, y considerando la proyección de consumo de agua que tendrá la región y varios estados del país para este y los próximos años, los asistentes de más de 30 organismos públicos, privados, académicos y de la sociedad civil se dieron cita en este conversatorio convocado por el Instituto para la Protección Ambiental (IPA), organismo filial de CAINTRA, y el Consejo Consultivo del Agua (CCA), para escuchar propuestas.
“Es necesario desarrollar estrategias a corto y mediano plazo para resolver la crisis hídrica que afecta a todo el mundo”, señaló Raúl Rodríguez, presidente del Consejo Consultivo del Agua.
“Estar hoy aquí es parte del compromiso del IPA para seguir construyendo espacios de diálogo y colaboración”, añadió Roger González Lau, presidente del Instituto para la Protección Ambiental (CAINTRA).
Raúl Rodríguez del Consejo Consultivo del Agua, señaló que hay más de 21 millones de mexicanos sin acceso a este recurso, por lo que resulta necesaria una mayor inversión en mantenimiento, seguridad hídrica, fomento a la cultura del agua e impulsar una agenda internacional, cercana a los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible y la agenda 2030.
Asimismo, José Ramón Ardavín, director ejecutivo de la Comisión de Estudios del Sector Privado para el CESPEDES, coincidió en que el principal reto para resolver la problemática es hacer una planeación, conjunta y a largo plazo, para garantizar el suministro de agua potable, dar tratamiento y reúso del líquido utilizado, así como eficientar el manejo del drenaje.
Por su parte, Miguel Treviño, alcalde del municipio de San Pedro Garza García, resaltó que no se puede hablar de resiliencia si no se habla de diseño urbano, por ello, es necesario apoyar inversiones en beneficio de la sustentabilidad, así como hacer énfasis en el control y regulación del crecimiento poblacional.
En el segundo panel, moderado por Aldo Ramírez, director del Centro de Agua para América Latina y el Caribe del Tecnológico de Monterrey, los especialistas coincidieron en que se debe establecer un marco operativo y regulatorio con objetivos claros para trazar un camino en el logro de seguridad hídrica para el presente y futuro.
En ese sentido, Rubén Muñoz, diputado y presidente de la Comisión de Recursos Hidráulicos, destacó que, ante el problema de agua, la solución del congreso debe ser la tecnificación del campo mexicano para garantizar la seguridad hidro - alimentaria nacional.
Francisco Valdés, consultor y desarrollador de tecnología para la sustentabilidad, aseveró que la solución del agua para Nuevo León, México y el mundo empieza y termina en la agricultura.
Al respecto, José Guadalupe Flores del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT), se refirió a la tecnificación en el campo como una de las grandes oportunidades para la preservación del vital líquido. Un ejemplo es la agricultura de conservación, con la que se puede ahorrar hasta el 40% de agua generando biodiversidad para el campo.
A su vez, César Chávez, director general adjunto del Fondo Ambiental Metropolitano de Monterrey, añadió que es necesario modernizar el marco jurídico respecto al uso del agua, pues más allá de la Ley General de Aguas Nacionales, es importante desarrollar normativa acorde a las necesidades del país con enfoques regionales, pues las características de las entidades suelen ser muy diferentes entre sí.
Luis Armando Treviño, coordinador de Gestión Estratégica de Servicios de Agua y Drenaje de Monterrey, destacó la importancia de adoptar una nueva cultura del agua ante la realidad climática, repensando en cómo se puede inducir al cambio con acciones puntuales en los hábitos de consumo del líquido que tienen los regiomontanos y la población en el país.
Al cierre del evento, los organizadores reiteraron el llamado a la acción a los sectores público, privado y sociedad en general a ser parte de las soluciones y continuar generando conciencia por el uso eficiente del agua.