La necesidad de buscar un empleo, de acceder a servicios sin salir de casa y contar con un medio de transporte económico han logrado impulsar el mercado de las motocicletas, principalmente de baja cilindrada, en Nuevo León (NL) y todo el país.
“Esto ha permitido que la industria haya podido salir rápidamente del impacto de la pandemia, que afectó a modelos con mayor capacidad y que necesitan mucha tecnología”, mencionó Carlos Martínez Ábrego, director general adjunto de la regia, Grupo Motomex.
Dijo que si bien el auge por las motocicletas como medio de transporte, está más arraigado en ciudades como la Ciudad de México (CDMX), Mérida, Veracruz, Oaxaca y Chiapas, en Monterrey, poco a poco ha ido creciendo, aunque no a los niveles de otras localidades.
“En el Norte de países donde menos motos hay, desafortunadamente, se lo atribuimos a las distancias, que son mayores, a la temperatura y a la accesibilidad de carros chocolate, aunque últimamente ha bajado, pero, en todo el Centro y Sur es donde está el mercado de las motos”, explicó.
Sin embargo, datos proporcionados por el Instituto de Control Vehicular de Nuevo León, el parque de motocicletas ha crecido cada año a doble dígito. En el 2019, el número de unidades que solicitaron la portación de placas era de 101 mil 964, al cierre del mes de abril de este año, la cifra llegó a las 170 mil 789.
La importación de este tipo de vehículos al país, durante el 2022 fue de 1 millón 250 mil unidades, de éstas, alrededor de 28 mil correspondieron a unidades de 250 cm³ o más, es decir 43 por ciento más que en el 2021.
Los principales participantes del mercado de motocicletas son BMW, Kawasaki, Suzuki, KTM, Royal MT, Yamaha, Italika y Vento, entre otros.
Martínez Ábrego mencionó que, en promedio, el 50 por ciento de las motocicletas que se venden en el país son para primeros usuarios, por lo que al mercado aún le falta mucho por madurar, si se le compara con el colombiano que por cada mil habitantes hay 180 unidades, mientras que en México la cifra es de sólo 40 motos.
“De todo indica que el mercado va a seguir creciendo y, desafortunadamente para el país, el poder adquisitivo del mexicano asalariado cada vez es menos, la inflación real es mayor que la inflación de los salarios, entonces el poder adquisitivo de un mexicano ha venido cayendo en los últimos 2 o tres años y, el costo de los automóviles ha subido estrepitosamente, el más barato no cuesta menos de 250,000 pesos, cuando hace año y medio costaba 180 mil pesos.
“El mercado está listo para un crecimiento más maduro y no impulsivo; estos últimos 4 años fue un crecimiento forzado por la situación de la pandemia, motivado también mucho por la accesibilidad de créditos para las unidades y hemos visto que varios participantes que no estaban en el mercado son los más grandes en el país en la venta de unidades llámese Elektra, Coppel y otros retail”.
Puntualizó diciendo que, para el próximo año, la red de concesionarios en el país, crecerá de 80 a 150 agencias, lo que implica una inversión de 175 millones de pesos, donde se ofertarán productos multimarca.