A pesar de las bondades de generar electricidad a través de la fuerza del viento, la ideología en el sexenio ha prevalecido y por ende el País se ha rezagado a nivel mundial, afectando de paso a Nuevo León que tiene potencial para crecer en la generación de este tipo de energía, denominada eólica.
De acuerdo con un análisis de Monitor Energético, con cifras de la Secretaría de Energía y del Consejo Global de Energía Eólica (GWEC), México destacó con la mayor caída a nivel mundial en el número de nuevas instalaciones eólicas en el periodo de 2018 a 2023 con una baja de 36 por ciento en promedio por año, cuando en el orbe reportaron un crecimiento de 18 por ciento anual en el periodo.
Esto significa que en 2018 México reportó nuevas instalaciones que utilizan la energía del viento por 929 megawatts (MW) y en el año pasado solo registró 96 MW, una de las más bajas a nivel mundial, solo superado por países como Pakistán o Kenia que no registraron movimientos.
“El País se codeaba en 2018 con los ‘grandes’ del planeta, a tal grado que se situaba en el Top 10 de las nuevas instalaciones y en el sitio 12 en el total de instalaciones. En el Continente Americano se situaba en ese año en el tercer sitio, solo detrás de Estados Unidos (EU) y Brasil en nuevos equipos y cuarto sitio en el inventario de turbinas instaladas”, dijo José Ángel Vela, director de Monitor Energético (ME).
Agregó que “En el 2023, el País acumuló un nivel de 7 mil 413 MW de instalaciones eólicas, para situarse a la par de naciones como Finlandia o los Países Bajos y de seguir la tendencia podría ser rebasado por Chile dentro de una década, que en el año pasado acumuló el equivalente al 60 por ciento de la capacidad mexicana”.
Actualmente, Nuevo León (NL) cuenta con tres parques eólicos, uno en Santa Catarina y dos más en General Bravo, así como uno más que se encuentra ya en construcción, en una localidad que aún no se hace pública.
La diferencia en que en la nación sudamericana están convencidos de las bondades de las energías renovables, por lo que se ha volcado en el apoyo político, además de incentivar asociaciones público-privadas y utilizar tecnologías verdes innovadoras.
“En cambio, en México se privilegió el uso de combustibles fósiles en el sexenio y se cancelaron las subastas de electricidad de largo plazo, que motivaban el uso de energía renovables, como la eólica, afectando a entidad como NL con potencial crecimiento”, lamentó Vela.