Nuevo León (NL) podría recuperar lo equivalente al siete por ciento de toda el agua que se utiliza en el estado, si se eficientizara, al menos, el diez por ciento del recurso que usa el sector agrícola, consideró Aldo Iván Ramírez Orozco, director del Centro del Agua, del Tec de Monterrey.
Por ello, se requiere que el campo tecnifique o utilice métodos de riego mecanizado, pues la crisis hídrica está en focos amarillos.
“El tema del agua siempre ha sido importante, pero ahora con esta variabilidad climática, estamos hablando cuestiones de efectos del cambio climático, incrementos en la demanda en todos los sectores y luego estas ineficiencias en la gestión y el uso, eso ha puesto ya en focos amarillos y rojos el problema del agua”, comentó.
De acuerdo con el experto, alrededor del 70 por ciento del uso de agua que se otorgan, en base al volumen, es para el sector agrícola.
“La situación con el uso del agua en el campo es donde tenemos más áreas de oportunidad y es en donde menos eficientemente la utilizamos, hay grandes porcentajes que se dedican con fines agrícolas y pecuarios que no son aprovechados por las plantas o por los animales, particularmente por los cultivos”, dijo Ramírez Orozco
Durante el año pasado la Comisión Nacional del Agua (Conagua) otorgó en Nuevo León (NL), mediante concesiones 90 permisos para extraer 12 millones 665 mil 678 metros cúbicos por año.
De estos, el 58.41 por ciento, es decir siete millones 399 mil 272 fueron aprobados en 34 títulos de uso agrícola y, el 9.79 por ciento, que representan un millón 240 mil 829 para concesiones de uso industrial.
Para el 2022, el INEGI reportó que como consecuencia de la sequía que el estado ha registrado en los últimos años, el 97.24 por ciento de las unidades de producción agrícola en el estado reportaron pérdidas, siendo el mayor porcentaje del país.
El 61.5 por ciento de las unidades de producción agrícola en NL, utilizaron el riego por gravedad, el 27.39 por ciento de riego por aspersión y el 16.31 por ciento el riego por goteo.
Destacó que “si en NL el 70% del agua, se usa con fines agropecuarios, si hacemos más eficiente, digamos un diez por ciento, eso quiere decir que estaríamos recuperando un siete por ciento del agua que se usa en el estado.
Ese por ciento es más grande que todo lo que se usa en la industria.
“Sí se está convirtiendo en una obligación voltear a ver al campo y proponer esquemas innovadores o nuevas metodologías que en general hagan más eficiente el uso del agua en ese sector”, explicó.
BAJOS COSTOS DESINCENTIVAN AHORRO
Comentó que una de las cosas que desincentivan a que el campo sea más eficiente, es precio que pagan los concesionarios, pues en algunas zonas es muy barato y en otras no tiene costo, por lo que habría que hacer modificaciones en la legislación, “sabemos que algo que no cuesta, como que no hay mucho incentivo para el ahorro”.
Según Ramírez Orozco la inversión para tecnificar las áreas de riego para consumir menos agua no es suficiente ya que también es un asunto cultural, “en muchos casos el poseedor de la concesión en vez de ceder el agua que no se usa, extiende la frontera de riego”.
Destacó que si bien, la tecnificación requiere de recursos, “las inversiones en el sector, desde lo más alto del nivel de gobierno, cada vez han sido menores. No se ha invertido lo suficiente en términos reales”.
Indicó que el acceder a créditos con altas tasas de interés, no es una opción para los agricultores, “tendríamos que buscar mejores alternativas para poder apoyarlos en esa reconversión de sus parcelas ya sea por mejora en los sistemas de riego o ya sea incluso para buscar cambio en los cultivos como tal o en los patrones de cultivo”.
Puntualizó que se debe de evitar a toda costa politizar el tema de la crisis hídrica pues, al igual que muchos problemas, se pueden resolver mediante ciencia, tecnología e innovación, pero “también tenemos que incluir la variable social, que es construir consensos alrededor de los problemas”. Con información de Arturo Bárcenas.