El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) publicó la cifra del Producto Interno Bruto (PIB) para el primer trimestre de 2024. La economía se expandió 2.0 por ciento en términos anuales destacando el sólido crecimiento de las actividades terciarias (servicios) de 2.5 por ciento.
Por su parte, las actividades primarias y secundarias presentaron expansiones de 1.3 y 1.5 por ciento, respectivamente. Sin embargo, con cifras ajustadas por estacionalidad, la economía sólo creció 0.2 por ciento en términos trimestrales. Al interior, el sector primario y secundario presentaron contracciones de 1.1 y 0.4 por ciento, respectivamente. En contraste, las actividades terciarias se expandieron 0.7 por ciento con respecto al cuarto trimestre de 2023.
Con cifras originales el PIB habría crecido 1.6 por ciento anual durante el primer trimestre de 2024. Este dato se posiciona muy por debajo de los datos anuales que se observaron a lo largo de 2023. El crecimiento anual en 2023 fue de 3.2 por ciento anual superando las expectativas de mercado.
Así, la tasa de crecimiento del primer trimestre de 2024 es la más baja desde el cuarto trimestre de 2021 (el año de la recuperación de la pandemia). El dato que está perjudicando las expectativas de crecimiento futuro es la debilidad del sector industrial que creció solamente 0.8 por ciento anual en el primer trimestre de 2024, contrastando con una expansión de 3.5 por ciento anual en 2023.
La moderación de la tasa de crecimiento se está dando en un entorno de desaceleración de la industria estadounidense, debido a las elevadas tasas de interés que están desacelerando el consumo en ese país. Asimismo, un tipo de cambio más apreciado está perjudicando a las exportaciones, además de reducir los beneficios del efecto multiplicador de las remesas y del turismo.
Pero los problemas más graves son de índole estructural. El deterioro de la calidad de la educación en el país, evidenciada por los pobres resultados de la prueba PISA, la baja inversión en ciencia y tecnología, y una inversión heterogénea en la infraestructura están perjudicando las expectativas de crecimiento futuro.
Sin inversión productiva en la generación de energía para elevar la capacidad instalada y sin incrementar la calidad de la educación, será difícil observar tasas de crecimiento importantes en el futuro. El FMI estima una menor tasa de crecimiento para México en 2025 debido a estos problemas estructurales y una esperada consolidación fiscal, ante un escenario de un elevado déficit fiscal este año.
El autor es director general de Soluciones Financieras GAMMA y profesor de Economía y Finanzas de EGADE Business School. Tiene un doctorado en Finanzas y maestría en Economía Financiera, ambas por la Universidad de Essex en el Reino Unido.