México se encuentra en una encrucijada de oportunidades sin precedentes en el ámbito de la innovación y el emprendimiento. En los últimos años, el país ha mostrado un notable dinamismo en la creación de startups tecnológicas, el nearshoring, la integración de prácticas sostenibles y la colaboración entre diversos sectores.
Sin embargo, para consolidar estos avances y enfrentarse a los retos futuros, es crucial delinear una agenda clara que guíe el desarrollo continuo de un ecosistema empresarial robusto.
Esta agenda futura se enfoca en cinco áreas clave: la expansión de startups tecnológicas; la innovación social y sostenibilidad; la colaboración público-privada; la educación y formación empresarial; y la inclusión y diversidad.
Cada uno de estos pilares no sólo es vital para el crecimiento económico, sino también para asegurar un desarrollo sostenible que beneficie a todos los sectores de la sociedad.
1. Expansión de Startups Tecnológicas: con el objetivo de impulsar el crecimiento y consolidación de startups de base tecnológica, a partir del surgimiento de tecnologías como la inteligencia artificial, el internet de las cosas, la biotecnología y el desarrollo de la industria fintech, las acciones específicas para la agenda deben enfocarse en: (1) Aumentar la inversión en startups tecnológicas; (2) Ampliar y fortalecer hubs tecnológicos en ciudades clave; y (3) Desarrollar un marco regulatorio que facilite el acceso a financiamiento, fortalecer la propiedad intelectual, la transferencia tecnológica y reducir la burocracia para la creación de nuevas empresas tecnológicas.
2. Innovación Social y Sostenibilidad: con el objetivo de integrar estas prácticas en el sector empresarial para abordar desafíos locales y globales, las acciones específicas para la agenda deben centrarse en: (1) Fomentar la economía circular mediante incentivos fiscales y programas de apoyo; (2) Expandir el acceso a recursos educativos y de salud mediante iniciativas tecnológicas; y (3) Incrementar el número de proyectos sostenibles en empresas que implementan prácticas sostenibles.
3. Colaboración Público-Privada: con el objetivo de fortalecer la cooperación entre el sector público, privado y académico para impulsar la innovación y el emprendimiento, las acciones específicas para darle forma a esta agenda deben enfocarse en: (1) Incrementar los fondos de capital semilla; (2) Incrementar los programas de incubación y aceleración privados y públicos; y (3) Promover alianzas estratégicas que integren a más universidades y empresas para la investigación y desarrollo, con inversiones conjuntas.
4. Educación y Formación Empresarial: con el objetivo de mejorar la educación y la capacitación empresarial para fomentar una cultura de innovación y emprendimiento, las acciones específicas para conformar la agenda son: (1) Incrementar la participación en programas de capacitación empresarial; (2) Crear más redes de mentoría que conecten emprendedores con mentores experimentados; y (3) Fortalecer un ecosistema educativo mediante la implementación de programas educativos centrados en habilidades empresariales y pensamiento crítico.
5. Inclusión y Diversidad: con el objetivo de promover la participación de grupos subrepresentados en el ámbito empresarial para crear un ecosistema más inclusivo y diverso, las acciones específicas para conformar la agenda deben enfocarse en: (1) Fortalecer el empoderamiento y participación de mujeres emprendedores; (2) Implementar programas específicos que beneficien a emprendedores de comunidades indígenas y en áreas rurales; y (3) Reducir las barreras de género y edad mediante políticas inclusivas y acceso equitativo a recursos.
La agenda futura de innovación y emprendimiento en México, por otro lado, debe adaptarse a las particularidades de cada región para aprovechar al máximo sus ventajas comparativas y vocaciones económicas.
Con esta consideración, es importante cruzar la agenda con los sectores y vocaciones regionales, con lo que se fomentaría un desarrollo más equitativo y se impulsaría la especialización regional al contar con las capacidades y recursos.
Este enfoque no solo fortalecerá las economías locales, sino que también contribuirá al crecimiento sostenido del país en su conjunto, posicionando a México como un líder en innovación y emprendimiento a nivel global en sectores como TICs, energía renovable, aeroespacial, automotriz, servicios financieros digitales, agronegocios, entre otros.
Con una estrategia regionalizada y colaborativa, México puede alcanzar nuevos niveles de desarrollo y competitividad y así fomentar un desarrollo equilibrado y especializado en todo el país.
La autora es Miembro del Sistema Nacional de Investigadores del CONHACyT, y Profesora Emérita del Departamento de Emprendimiento e Innovación Tecnológica de EGADE Business School del Tecnológico de Monterrey.