Cuando entre en funciones Claudia Sheinbaum, la Presidenta electa de México, se espera que haya un cambio de enfoque en muchas de las decisiones de política pública en relación a la cuestión de equidad y género, lo cual estaría abriendo oportunidades de emprendimiento al sector femenino en proyectos que prácticamente es nula su participación, dijo Verónica Salcedo Fierro, investigadora de la Escuela de Negocios del Tec de Monterrey.
Y aunque en los próximos años la participación de la mujer va a ser primordialmente en los sectores de comercio y de servicios como electrónica, farmacéutica, transporte y financiero, estará incursionando con mayor presencia en otras áreas.
“En los próximos años será un buen momento por el cambio en paradigmas que se tenía como sociedad y se están abriendo oportunidades a nivel nacional en relación a proyectos de tecnología, ciencia, en donde la mujer antes no participaba y que ahora cada vez más participa”, refirió.
Salcedo señaló que se espera que para el emprendimiento femenil en 2025 vuelva a crecer el financiamiento a través de fondos para nuevos proyectos tecnológicos, ya que en los años pasados recientes ha venido a la baja.
La investigadora indicó que por la incertidumbre dada la cuestión política este 2024 el emprendimiento en el país se mantendría en un 5 por ciento de crecimiento anual.
Salcedo dijo que las mejores expectativas de crecimiento del emprendimiento son de las tres grandes ciudades, pero hay entidades que están repuntando como Chihuahua y Querétaro, además de que se daría un interesante crecimiento en Mérida, Quintana Roo, Tijuana y Ciudad Juárez.
En otro punto, comentó que para colaborar para disminuir la informalidad en el trabajo de la mujer, en el Centro FAIR, del Tec de Monterrey, están desarrollando un proyecto de una app para cultura financiera en conjunto con una fundación de una empresa regiomontana y que próximamente la sacarán al mercado.
Y es que de acuerdo con el más reciente censo del Inegi hay 53 millones de mujeres en México, y de éstas, el 44 por ciento, es decir, 24 millones, trabajan en un empleo asalariado, y de este universo 11 millones están en la formalidad y 13 millones en la informalidad, refirió la investigadora.