Si bien las elecciones presidenciales de 2024, además de ser trascendentales en la vida política del país a corto plazo, también significaron un enorme gasto en las finanzas públicas y son la aparente razón principal del sobregiro que registra el gobierno federal en el ejercicio de su presupuesto autorizado para este año, señaló Marco Antonio Pérez Valtier, socio de Pérez Góngora y Asociados.
El directivo expuso ante miembros del IMEF Grupo Monterrey que al cierre de junio del presente año, el ejecutivo federal ya ha utilizado 51 por ciento de su gasto programado para todo el año, lo que a su vez representa un crecimiento de 17.4 por ciento más gasto en relación al mismo primer semestre de 2023.
“Efectivamente, las elecciones son un elemento muy importante a considerar en el sobre ejercicio presupuestal actual, pero, hay que señalar también que desde febrero pasado avisaron en un reporte financiero oficial que, de entrada, esperaban gastar 121.3 mil millones de pesos (mdp) más del presupuesto anual autorizado por el Congreso para 2024 (que son 9 billones 22 mil mdp); es decir, ya habría un sobregiro estimado desde principios de año”, explicó el presidente del Comité Técnico de Finanzas Públicas del IMEF Grupo Monterrey.
Agregó que esa situación no parece que vaya a corregirse ya que estacionalmente en el segundo semestre se hacen más gastos que en el primero, lo que podría resultar en que incluso superen el monto del presupuesto adicional que advirtieron en febrero.
La diferencia que se encontró en el estudio realizado por el directivo de los resultados entre gastos e ingresos federales (a pesar del 42% de incremento en los ingresos por ventas de Pemex y la recaudación 137% más en el IEPS) dan como resultado un déficit financiero de poco más de 821 mil mdp que el gobierno federal está controlando vía la adquisición de más deuda pública.
Pérez Valtier subrayó que en tan solo cinco años, la actual administración federal ha contratado deuda superior a la suma de todas las deudas contratadas por gobiernos anteriores.
“Es muy revelador que el saldo de la deuda de las finanzas del país crecerá más del 100 por ciento este sexenio, contratando una deuda igual o incluso superior a toda la deuda contratada por todos los gobiernos anteriores de los que se tiene registro”, destacó.
Al respecto, comentó que en 2018 los ingresos en el presupuesto por financiamientos solo llegaban a 500 mil mdp, y ahora se espera ese monto alcance los 2.5 billones de pesos, lo que pone en su justa dimensión el explosivo aumento del déficit de esta administración y los problemas que seguramente heredará al nuevo gobierno.