Monterrey

Eduardo Carbajal: Oportunidades para las empresas en la gestión eficiente del agua en México

La sequía en México se ha convertido en un desafío persistente que afecta no solo al medio ambiente, sino también a la economía y la sociedad en su conjunto. Ante este escenario, las empresas tienen la oportunidad de destacar y contribuir a la resiliencia ambiental, al mismo tiempo que pueden encontrar nuevas vías para el desarrollo de negocios. La sequía persistente en México no solo plantea desafíos ambientales, sino también oportunidades de negocio para las empresas mexicanas dispuestas a innovar y adaptarse.

Para comprender la magnitud del desafío, es crucial analizar la situación actual de sequía en México. De acuerdo con al Comisión Nacional del Agua (CONAGUA), el promedio de aumento de sequías anuales en México se ha incrementado en 5 por ciento anual desde 2012. El año más grave de la sequía en el país fue 2021, donde en los meses de verano, donde se presenta el fenómeno de la canícula, el 35 por ciento del territorio nacional tenía algún grado de sequía moderada a sequía a sequía extrema. Este año coincidió aún con la pandemia, por lo que los efectos en el sector productivo fueron aún mayores.

Aunque las proyecciones sobre las condiciones climatológicas puedan sugerir que para los próximos años los niveles de sequía en México seguirán aumentando, con sus respectivos efectos sobre las cadenas productivas y su impacto en la economía, es nuestro deber buscar y encontrar las oportunidades de negocio que pueden encontrar las empresas privadas, en este contexto.

Independientemente de la industria y el sector económico al que pertenezcan, todas las empresas usarán agua en sus procesos productivos, de manera directa o indirecta. Este recurso natural, además de ser un insumo fundamental para los procesos de creación de los bienes y servicios, también esta correlacionado con los niveles de bienestar de la población. Por lo tanto, su uso eficiente, su cuidado y hasta su ahorro, son una prioridad económica y social.

Una empresa sustentable se caracteriza por adoptar prácticas y políticas que buscan minimizar su impacto ambiental y social, al tiempo que buscan generar beneficios económicos para todos los grupos de interés a los que pertenecen, donde podemos resaltar a los dueños de la empresa, los trabajadores, la comunidad en donde se ubica, el gobierno y la sociedad civil. Estas empresas están comprometidas con la sostenibilidad a largo plazo y buscan equilibrar los aspectos económicos, sociales y ambientales de sus operaciones.

Una empresa de esta naturaleza va a seguir persiguiendo los objetivos de rentabilidad y de maximización de valor que requieren los dueños de la empresa y la economía, pero también esos objetivos van a estar alineados con los objetivos de responsabilidad ambiental que requiere el país.

La mitigación de los efectos de la sequía en México, por lo tanto, debería ser un asunto primordial en las agendas económicas de estas empresas. La carencia creciente de este recurso haría que los modelos de eficiencia y rentabilidad enfrentaran costos cada vez más altos que podrían marginarlas del mercado, por lo que enfrentar el problema del agua es un problema de sobrevivencia de las empresas.

La gestión eficiente del agua se ha convertido en un tema crucial en la actualidad, ya que la escasez de recursos hídricos y la creciente conciencia ambiental exigen acciones inmediatas. En este contexto, las empresas sustentables se posicionan como actores clave para abordar este desafío, aprovechando las oportunidades que surgen en el horizonte. He aquí, algunas ideas:

Eficiencia Hídrica en la Producción: Las empresas verdes encuentran en la optimización de sus procesos productivos una oportunidad inigualable. Implementar tecnologías avanzadas, como sistemas de riego inteligentes y maquinaria eficiente en el uso del agua, no solo reduce el impacto ambiental, sino que también disminuye los costos operativos. La adopción de prácticas sustentables no solo mejora la imagen de la empresa, sino que también la hace más resiliente ante posibles restricciones hídricas.

Innovación Tecnológica: La innovación tecnológica es un aliado clave en la gestión eficiente del agua. Las empresas verdes pueden desarrollar y adoptar tecnologías innovadoras, como sensores inteligentes, sistemas de monitoreo en tiempo real y soluciones de reciclaje de agua y manejo de residuos hídricos. Estas inversiones no solo mejoran la eficiencia interna, sino que también pueden convertirse en productos y servicios que se ofrecen al mercado, generando nuevas fuentes de ingresos.

Certificaciones y Credibilidad Ambiental: En un mercado cada vez más consciente del medio ambiente, las empresas verdes pueden destacarse al obtener certificaciones de gestión del agua. Estos sellos no solo demuestran el compromiso ambiental de la empresa, sino que también pueden ser un factor determinante en la toma de decisiones de los consumidores y en las relaciones comerciales con otras empresas comprometidas con la sostenibilidad.

Desarrollo de Soluciones Tecnológicas para la Gestión del Agua: Otra oportunidad clave para las empresas verdes radica en el desarrollo de soluciones tecnológicas específicas para la gestión del agua. Esto podría incluir la creación de plataformas digitales para el monitoreo y control remoto del consumo de agua, aplicaciones para concientizar a los consumidores sobre el uso responsable del agua, y sistemas de gestión integral que aborden la problemática desde una perspectiva holística.

Colaboración Intersectorial: La colaboración entre empresas, gobiernos y organizaciones no gubernamentales es esencial para abordar los desafíos relacionados con la gestión del agua. Las empresas verdes pueden liderar iniciativas colaborativas, participar en alianzas estratégicas y contribuir a la creación de políticas que fomenten el uso sustentable del agua. Estas colaboraciones no solo benefician a las empresas individualmente, sino que también fortalecen la resiliencia del sistema en su conjunto.

En este contexto, resolver un problema tan serio como la sequía, hace imperativo que tanto el sector privado como el público trabajen de la mano para crear un futuro más sustentable y resistente a los desafíos climáticos que ya tenemos y los que vendrán en el futuro. Esto apenas está comenzando.

Eduardo Carbajal es Director Regional del Departamento de Contabilidad y Finanzas del Tecnológico de Monterrey, Región Monterrey. Su correo es edcarbaj@tec.mx

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