El impacto de las pequeñas y medianas empresas es indiscutible, pero la elevación de su importancia y desarrollo ha sido uno de los retos mayores para el crecimiento sostenible de los países.
Hablando de su impacto, las PyMEs son una parte vital de la economía global y contribuyen al empleo, el crecimiento económico y el desarrollo social. En la mayoría de los países de la OCDE, aportan más del 50 por ciento del PIB, y algunas estimaciones sitúan esa cifra en hasta el 70 por ciento.
En la India, 63 millones de PyMEs proporcionan empleo a 110 millones de personas, en Alemania, más del 60 por ciento de su exportación se genera con este segmento. Las PyMEs del mundo representan alrededor del 99 por ciento de las empresas, son una fuente importante de empleo y generan entre el 50 y el 60 por ciento del valor agregado en promedio.
A nivel de empleo, representan hasta el 70 por ciento de la fuerza laboral mundial. Además, ayudan a nutrir a las comunidades locales e impulsan mayores transiciones en las economías y sociedades.
Es más probable que contraten personas de grupos a los que les puede resultar más difícil encontrar empleo, como los jóvenes, los trabajadores mayores y los trabajadores menos calificados.
La gran mayoría de los emprendimientos son al final del día también PyMEs, ya sean “startups” o “scaleups”, tienen desafíos organizacionales similares y dependen de un entorno de avance, progreso y competitividad. En otras palabras, las PyMEs son la columna vertebral de cualquier economía.
El futuro va a ser más inteligente, digital, consciente, verde y productivo. Esto se logra si se aplica más tecnología y el conocimiento. En otras palabras, empoderar a los negocios para la transformación digital y la innovación.
El gran reto es cómo logramos aún más empresas emergentes y PyMEs “innovadoras” que desarrollan, producen y comercializan nuevos productos y servicios cada vez más digitales y de valor agregado.
Para promover la difusión de las competencias y conocimientos digitales, los centros de innovación especializados en transferencia de tecnología y programas de adoptar nuevas tecnologías son primordiales. Existe una necesidad urgente de un mayor diálogo transfronterizo sobre esta cuestión. Para mantener a las PyMEs integradas y competitivas en las cadenas de suministro a nivel Norteamérica, debemos aprovechar la vinculación internacional y la tecnología digital de manera eficaz.
La misión es reducir la barrera digital, utilizar nuevas herramientas de inteligencia artificial y fomentar la internacionalización de las PyMEs. Eugenio Reyes es un gran promotor y estratega de los “Small Business Development Centers” (SBDCs) en México, liderando el “World Trade Center” de Monterrey y fomentando la integración con Estados Unidos. Eugenio siempre ha enfatizado si a la PyME le va mal a la industria y a la economía nacional le va mal.
La semana pasada se celebró con mucho éxito el evento “Café con Texas”. Gran ejemplo que el desarrollo y la integración se logra con vinculación, capacitación, actualización, competitividad, comercio exterior y acceso a capital.
Desarrollar una PyME puede ser menos complicado para los emprendedores nuevoleoneses, debido a que el gobierno estatal puede otorgar financiamientos desde los 500 mil hasta por más de 5 millones de pesos para sus proyectos.
El secretario de Economía, Iván Rivas, lanzó recientemente la nueva versión del programa “Nuevo Impulso Nuevo León”, donde 3 mil 300 pequeñas y medianas empresas ya forman parte, al tener aliados estratégicos como Nacional Financiera (Nafin) y la banca comercial. Más de 8 mil 500 millones de pesos han sido destinados a las pequeñas y medianas empresas durante la actual administración.
El Gobierno del Estado aporta una parte y Nacional Financiera, así como la banca privada lo multiplica por 26. Otros grandes aciertos bajo el liderazgo del Secretario Rivas han sido los programas PyMEs innovadoras y PyMEs competitivas que buscan el desarrollo y una competitividad contundente de la región.
Insisto que los recursos deben invertirse y asignarse en ambos, en el área productiva y en el área de innovación + modernización. Debemos mejorar el acceso y la preparación para la tecnología emergente (llamase 4.0, Digitalización, TI, o Inteligencia Artificial). La realidad es que aún muchas PyMEs no son expertas en estos temas.
Es una gran tarea de superar los desafíos digitales, contrarrestar la tendencia hacia la baja adopción de tecnología y mitigar las brechas de talento.
Sin duda, adoptar la tecnología ayudaría a las PyMEs a reducir las barreras de entrada, atraer talento y ganar productividad y eficiencia. Mantenerse al día con estas tendencias es fundamental para que las empresas sigan siendo competitivas en este acelerado panorama digital.
Según un estudio de “World Economic Forum”, más del 85 por ciento de las organizaciones reconocen que la mayor adopción de nuevas tecnologías y la expansión del acceso digital son los principales impulsores de la transformación.
Al mismo tiempo, muchas empresas luchan por sobrevivir el mes al mes y debemos crear vínculos prácticos y digitales para que puedan prosperar más y mejor.
El medio de la tecnología e innovación ocupa vías más transparentes y ágiles. A pesar de su papel fundamental, la adopción digital de las PyMEs está muy por debajo de la de las empresas grandes, como lo destaca el Banco Mundial.
Con tecnologías digitales como la Inteligencia Artificial (IA), transformando rápidamente las industrias, la preparación de las PyMEs para adoptar este cambio garantizaría un crecimiento económico sostenido tanto para la empresa y su economía en conjunto.
Animo a más Estados y empresas a sumarse a este enfoque porque aún queda mucho trabajo por delante para empoderar a las PyMEs para que crezcan, exporten y naveguen en este mundo digital cada vez más competitivo y veloz. Juntos podemos superar estos desafíos y garantizar que nadie se quede atrás.