Este fin de semana me di una vuelta por el Centro de Monterrey para unos pendientes que tenía que hacer y cuando quise estacionarme había en la calle un bote naranja con una cadena para que no lo hiciera, aunque el espacio era libre sin placa de “exclusivo”, de esas que solicitas al Municipio y pagas anualmente dicho derecho.
Cuál es mi sorpresa que al ver el resto de la calle estaba llena de anuncios, botes, serpentines publicitarios invadiendo las banquetas. Al mirar para arriba hacia el cielo todo lleno de cables de todo tipo, que de seguro muchos de ellos ya ni sirven.
Fue cuando me pregunté dónde están las autoridades, dónde están los inspectores, dónde están los urbanistas del Municipio que permiten que esto suceda.
Será porque no tienen capacidad de controlarlo, será que para su formación o educación así son las cosas en una ciudad o será que hay arreglos?
Lo que sí es cierto es que en ciudades donde las autoridades correspondientes sí hacen su “chamba” no ves esta anarquía urbana. Todo está controlado como las alturas, los remetimiendos de los edificios, las marquesinas, los colores, el tamaño de las banquetas, no están obstruidas y nadie hace lo que se le antoja, sino que están controlados.
Fue cuando pensé cómo es posible que simplemente algo tan básico como el urbanismo de una comunidad nos demuestra si una sociedad está bajo un correcto control en donde sí se aplican las leyes y las propuestas urbanas son correctas y siempre en pro del ciudadano buscando su beneficio y calidad de vida.
Cuando en una película nos quieren mostrar que el protagonista va a una ciudad corrupta y sin garantías o leyes nos enseñan escenas de calles caóticas con mucho tráfico en donde la gente maneja como quiere, en donde no hay agentes de tránsito, llenas de cables, de anuncios de publicidad, sin áreas verdes y con mucho ruido.
Todo esto le pega a la calidad de vida de sus habitantes y finalmente al valor de los inmuebles y al prestigio de una ciudad.
Aquí no hay otros responsables que las autoridades que deben de poner un buen orden urbano y aplicar las leyes, si es que las hay para que una ciudad no se “afee”.
Pero como entran muchos intereses de muchas personas para poder realizar sus actividades o negocios sin importarles el impacto a su comunidad es cuando te das cuenta que las autoridades lo dejan pasar o se hacen de la vista gorda.
Es por eso que para mi un principal indicador de que una sociedad está inmersa en corrupción es al observar su urbanismo.
¡Nos vemos hasta la próxima!
El autor cuenta con mas de 32 años de experiencia en el ramo de los bienes raíces en materia de comunicación, campañas y lanzamiento de proyectos inmobiliarios. Desde 1995 es miembro de la National Association of Real Estate Editors (NAREE).