De última hora, en sesión del Senado llevada a cabo el pasado viernes, día inusual para llevar a cabo sesiones en el Senado, se presentó a la asamblea el dictamen con proyecto de decreto para reformar la Ley del Infonavit, que ha causado mucha controversia entre los diferentes actores políticos, incluyendo sindicatos y patrones, quienes acusan que esta reforma le dará al gobierno federal el control para disponer con discrecionalidad los $2.4 billones de pesos ahorrados en la sub cuenta de vivienda, propiedad de los trabajadores.
Por su parte, integrantes de la 4T pretenden defender la reforma, argumentando que la Asamblea del Instituto, así como su Consejo de Administración, si bien reducen el número de integrantes, continúan siendo tripartitas, con participación paritaria del gobierno, trabajadores y patrones.
Lo que omiten informar estos legisladores y defensores al servicio del partido en el poder, es que ahora estos órganos ya no tendrán injerencia en la designación del Director General del Instituto, el cual será nombrado directamente por el Ejecutivo Federal, y al que se le asignan mayores facultades, incluyendo la de disponer de los recursos del Instituto, al cual ahora se le agrega la función de construir viviendas para darlas en arrendamiento a bajo costo, con opción de compra, a los trabajadores.
Adicionalmente, tampoco dicen que el gobierno captura el control de comités estratégicos, como los de auditoría y vigilancia, con mayoría de votos, eliminando la participación paritaria de patrones y trabajadores, lo que garantiza plena impunidad para avalar cualquier decisión que tome el Director General.
Por otro lado, la reforma crea una nueva empresa filial del Instituto, la cual se encargará de la construcción de viviendas para arrendamiento, y que no será considerada como empresa pública ni rendirá cuentas a nadie, más que al Director del Instituto, generando una nueva área de oportunidad para manejar sin contrapesos los recursos de los trabajadores, con plena autonomía y opacidad.
En esta nueva administración, ya se han aplicado medidas populistas para beneficiar a unos 4 millones de trabajadores que tienen problemas de pago de sus créditos y están en cartera vencida, a pesar de las bajas tasas de interés que cobra el Instituto por sus créditos, que en este 2024 van de un 3.76% anual para trabajadores con salarios de hasta $7,261 pesos, a una tasa tope de 10.45% aplicable a trabajadores con salarios iguales o superiores a $20,133 pesos mensuales, lo que repercutirá en menor remanente de operación, y por ende, en menores intereses que pagarán a los ahorros de los trabajadores.
Generalmente, solo se informa de los subsidios que el gobierno da a la población beneficiada, pero omite informar del costo de los mismos, así como quien cubre o paga ese costo, ya que como sabemos, “no hay lonches gratis” y estos apoyos populistas como ya se señaló, reducen el remanente de operación y los intereses pagados a los ahorradores.
En los últimos cinco años, la tasa de interés que el Instituto ha pagado como rendimiento a los ahorros para vivienda, ha promediado solo el 1.4% de interés real en promedio anual, cuando por ejemplo, las Afores han pagado casi cinco veces más, lo que pone de manifiesto que las acciones populistas y las bajas tasas de interés de cobra el Instituto, son un subsidio cruzado entre los mismos trabajadores, sin que le cueste nada al gobierno.
Con esta pretendida reforma, es un evento seguro que usar recursos del Instituto para construir viviendas que serán dadas en arrendamiento con tope de renta en el 30% del salario del trabajador, y con opción a compra, va a ser una inversión menos rentable, económicamente, de lo que se tiene ahora, y quizás, hasta deficitaria, y ese costo lo habrán de pagar todos los trabajadores con un menor rendimiento en sus ahorros, claro, si antes no los usa el gobierno para otros proyectos “sociales”.
Las reformas avanzan para otorgarle al gobierno federal más control de las instituciones y de los recursos que NO le pertenecen, para seguir otorgando subsidios y dádivas populistas, en un entorno de mayor opacidad y de menor rendición de cuentas, al estilo propio de la 4T.
Disfruten lo votado.