Monterrey

Yenny Naranjo Tuesta: Por un 2025 próspero y sostenible

Es momento de incluir la sostenibilidad en nuestros propósitos de año nuevo, tomando acciones que contribuyan a un futuro más verde y resiliente.

En estás fechas solemos hacer un recuento de lo que ha sido el año y no es para menos, los balances a algunos le salen con ganancias y otros con pérdidas, pero sin importar el resultado, siempre nos inclinamos a pensar que como si fuese un botón de reinicio, el próximo año será mucho mejor y puede que así sea, sin embargo en ese balance ¿piensas en el planeta? La verdad es que muchos dejamos de lado esa consideración, por ello hoy quisiera que nuestro balance de cierre anual incluya esa variable en la ecuación.

¿Sabías que en la COP29, Conferencia de las Naciones Unidas sobre el cambio climático de 2024, se presentó un avance muy favorable en lo que respecta al control ambiental, pero que se mantiene la preocupación por acelerar las acciones para combatirlo? La buena noticia sobre ello es el aumento de la financiación en unos 300.000 millones de dólares anuales, por parte de los países desarrollados, para apoyar proyectos orientados a tomar acciones que conlleven a mejorar el control ambiental, los cuales favorecen a países en vía de desarrollo

Debido a esto, las bancas multilaterales, incluido el Banco Mundial, emitieron una declaración conjunta detallando el apoyo financiero y otras acciones para ayudar a los países a alcanzar sus resultados climáticos. Por su parte, Kristalina Georgieva, directora general del FMI, ha expresado que: “lo podemos hacer mejor” y se requiere fortalecer las acciones que mitigan el impacto ambiental, así como movilizar financiamiento privado para atacar el calentamiento global e incentivar la resiliencia de los países.

Bajo este panorama, es preciso resaltar las oportunidades y exigencias que se generan a los profesionales que atienden la materia, por la necesidad apremiante de atender los requerimientos de la COP29 y de los nuevos mercados, tal como lo son: la gestión eficiente de recursos, el cumplimiento normativo y regulatorio para las compañías, los reportes de sostenibilidad corporativos, y, la estrategia sostenible como eje de competitividad.

Entonces, no solo es prudente, sino absolutamente necesario tomar este tiempo de reflexión para establecer los propósitos del nuevo año incluyendo acciones sostenibles, tanto económica como ambientalmente, pensemos en nuestra forma de contribuir con un futuro mejor, en el cual podamos hablar de un planeta libre de emisiones, clima ideal, cero daño o alteración en los ecosistemas y un modo de vivir amigable con el medioambiente.

Deseo un feliz y sostenible año nuevo 2025, y como lo reflexionaría Quino a través de la sabia Mafalda: “al planeta no es que le falte oxígeno, a nosotros nos sobra indiferencia”

La autora es Doctora en Contabilidad y Finanzas Corporativas, Profesora e investigadora del Departamento de Contabilidad y Finanzas del Tecnológico de Monterrey, Campus Monterrey.

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