Monterrey

Pablo de la Peña: ¿Cómo espera que sea este 2025?

Los mexicanos arrancan 2025 con altas expectativas, pero los desafíos en economía, seguridad y reformas generan dudas.

Creo que al iniciar un año nuevo la mayoría de nosotros presentamos, en menor o mayor medida, cierto grado de optimismo.

En algunos habrá un optimismo razonado y en otros un optimismo infundado, o deseado, solo por el hecho de que será “un año nuevo”.

No quiero ser un “grinch” necesariamente, pero me llama la atención los resultados de la encuesta que presentó El Financiero el pasado 2 de enero, sobre la opinión de los mexicanos respecto “las perspectivas de año nuevo”. Quien lo desee puede consultar los detalles de la encuesta en la página de www.elfinanciero.com.mx

Lo primero que me llamó la atención es que el 87 por ciento de los respondientes consideran que el próximo año (es decir el 2025) será muy bueno o bueno, y esto es superior al 75 por ciento que respondieron lo mismo pero en diciembre del 2023.

Adicionalmente, el 66 por ciento considera que en el 2025 la situación económica será entre buena y muy buena, y un 64 por ciento considera que este nuevo año la seguridad se mejorará.

Comparado con el 2023, las cifras muestran cambios interesantes, pues en cuanto al tema de la economía, en diciembre del 2023 solo el 49 por ciento consideró que la economía sería mejor y, en cuanto a la seguridad solo el 45 por ciento consideró que en el 2024 sería mejor que en el 2023.

En pocas palabras, tanto en la perspectiva general, como en los temas sobre la economía y la seguridad, los respondientes consideran que el 2025 será mucho mejor que el 2024.

No me considero un pesimista, tampoco soy un optimista irracional, más bien creo que soy realista con algunos descuidos de optimismo.

Por eso mismo me llama mucho la atención que en esta muestra nacional de mexicanos, consideren que el 2025 será mucho mejor que el 2024.

En cuanto al tema de seguridad, o inseguridad, no veo razones concretas para tener optimismo sobre la estrategia nacional del nuevo gobierno federal.

Cuando el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública publique los datos completos de homicidios para todo el 2024 escribiré con mayor detalle sobre esto, pero lo que vemos en los estados de Sinaloa, Guanajuato, Guerrero, Tabasco, Tamaulipas, Nuevo León, Chiapas, por decir algunos, es muestra de que ni la estrategia del gobierno federal anterior, ni la continuación de este gobierno están dando resultados.

Estamos terminando el sexenio con más de 190 mil homicidios dolosos acumulados bajo la estrategia de “abrazos no balazos”; y por la manera en que terminó el mes de diciembre reciente, no veo que la situación vaya a mejorar en los siguientes meses de este nuevo año.

Sobre el tema económico, vamos a cerrar el 2024 con un crecimiento del PIB aproximado del 1.5 por ciento anual; los pronósticos de crecimiento de la mayoría de las agencias financieras para este 2025 oscilan entre el 1 y el 2 por ciento; si a esto le sumamos el riesgo latente de que Trump imponga aranceles a los productos mexicanos inmediatamente al asumir la presidencia de Estados Unidos el 20 de enero, los pronósticos de crecimiento para México se tornarán más pesimistas aún.

Quizá de manera familiar o personal a muchos mexicanos les vaya mejor este 2025, pues quizá llegarán a tener un crecimiento en sus empleos, en sus ingresos o en sus negocios; pero desde la perspectiva nacional, no veo razones para ser optimista en el 2025.

Hay que reconocer el hecho de que, si a nivel nacional las perspectivas económicas no sean muy buenas, no significa que a todos nos tenga que ir mal en el país; es cierto que habrá diferencias a lo largo y ancho del país, algunos tendrán razones para ser más optimistas que otros, eso es entendible, y deseable, de lo contrario estaríamos viviendo en una situación extremadamente indescriptible. De la misma manera, cuando la situación económica es favorable a nivel nacional también habrá casos que no cuenten con la misma fortuna.

Otro tema adicional que no podemos dejar de incluir en cualquier esquema de perspectiva para este 2025 en México, será el relacionado con las propuestas de reforma que se estarán discutiendo pronto en el Congreso mexicano.

Particularmente tres temas me preocupan de sobremanera: (1) la reforma a la Ley del INFONAVIT, (2) la reforma política-electoral que incluye al INE, la reelección y la existencia de diputados plurinominales, y (3) la implementación de la reforma al Poder Judicial.

El asunto del INFONAVIT es de sobre manera preocupante, no solo por la falta de confianza que me da que el gobierno meta mano en mi dinero, sino también por el cambio en la estructura de gobernanza y el impacto que puede tener en la toma de decisiones sobre el uso del dinero de todos los trabajadores del país.

No hay duda de que tenemos un grave problema de corrupción en el país, no es cierto que ya se haya eliminado la corrupción como nos quiere hacer creer la presidenta Sheinbaum, y encima de eso, tampoco tengo duda de la ineptitud de los burócratas (en su mayoría) para manejar recursos públicos; imagínese entonces estimada lectora, o lector ¿quiénes estarán administrando nuestro dinero? Entre una combinación de corrupción e ineptitud, la verdad es que no nos queda mucha confianza.

Sin entrar en detalles todavía, en cuanto a la reforma político-electoral pendiente de López Obrador, hay algunas ideas interesantes en esta propuesta de reforma para reducir el costo de las elecciones, pero hay que tener cuidado con la propuesta de eliminar completamente a los representantes plurinominales.

A mí me parece interesante la idea de reducir de tamaño tanto la Cámara de Diputados como la de Senadores, pero no necesariamente mediante la eliminación de los plurinominales, creo que vale la pena revisar con detenimiento esas propuestas. Ya hablaremos con más detalle en la siguiente ocasión.

Finalmente, sobre el tema de la reforma al poder Judicial, ya hemos hablado mucho de esto, lo único que quiero agregar es que, es muy probable que haya muy poca participación ciudadana para la elección de Jueces, Magistrados y Ministros del Poder Judicial en junio del 2025; la elección de estos servidores públicos no necesariamente asegurará que sean mejores que los que ya estaban, y mucho menos que tendrán independencia de los poderes fácticos como el crimen organizado, o la corrupción partidista generalizada que está ahorcando a nuestro país.

Así es que me temo decir que yo veo entre igual o peor, la perspectiva general para nuestro país en el 2025 respecto al 2024. ¿Usted cómo la ve?

Pablo de la Peña

Pablo de la Peña

Decano Asociado de Educación Continua de la Escuela de Ciencias Sociales y Gobierno y director de la Escuela de Gobierno y Transformación Pública, profesor del Tec de Monterrey de Economía y de Gestión Pública Aplicada.

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