Monterrey

Carlos Peña: Donald Trump y México

Entre amenazas y oportunidades históricas.

El inicio del segundo mandato de Donald Trump como presidente de Estados Unidos marca un momento de máxima tensión en la relación diplomática entre México y su principal socio comercial.

Más allá de los discursos populistas y las políticas proteccionistas que caracterizan a Trump, esta etapa exige un análisis profundo de las implicaciones económicas, sociales y estratégicas para ambos países.

Por un lado, el enfoque proteccionista de Trump refleja un intento de “sanear” su país bajo una visión simplista que prioriza el beneficio interno a corto plazo, ignorando las interdependencias globales.

Las amenazas como el aumento de aranceles al 25%, la creación de un sistema fiscal específico para trabajadores mexicanos en Estados Unidos y las políticas migratorias más estrictas están diseñadas para reforzar su narrativa nacionalista. Sin embargo, estas medidas no solo tensan la relación bilateral, sino que también exponen profundas contradicciones: mientras busca limitar a México como socio comercial, Estados Unidos sigue dependiendo del trabajo, las remesas y la cooperación de su vecino del sur.

Desde la perspectiva mexicana, estas decisiones presentan un doble desafío. Primero, el impacto directo en sectores vulnerables como las remesas, que constituyen una de las principales fuentes de ingresos para millones de familias.

Segundo, la incertidumbre económica que genera en torno al Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (TMEC), clave para mantener la estabilidad comercial de la región. Pero más allá de los números, lo que está en juego es la posición estratégica de México en un mundo donde los bloques económicos se están redefiniendo rápidamente.

En este contexto, México debe adoptar una postura pragmática y visionaria. Más que entrar en una confrontación directa, es fundamental fortalecer alianzas diversificadas con otras regiones como Asia, Europa y América Latina. Este enfoque no solo permitirá reducir la dependencia de Estados Unidos, sino también posicionar a México como un actor clave en el comercio global.

La cooperación regional, la modernización de sectores estratégicos y el desarrollo de políticas públicas internas que fortalezcan la economía mexicana son pasos indispensables para enfrentar esta nueva era.

En el caso de Nuevo León será clave fundamental por la relación comercial con empresas transnacionales y que está en dependiente de la renegociación del TMEC, hay empresas que depende hasta del 75% de las exportaciones a Estados Unidos, el efecto del PIB seria delicado.

La relación con Donald Trump no puede leerse únicamente como una amenaza, sino como una oportunidad histórica para replantear el papel de México en el mundo.

En lugar de reaccionar con miedo o resignación, este es el momento de construir una narrativa propia, basada en la confianza, la innovación y la colaboración internacional. Después de todo, las crisis son también catalizadores de transformación, y México tiene las herramientas para convertir esta etapa en un punto de inflexión hacia un futuro más sólido y autónomo.

Carlos Peña

Carlos Peña

Maestría en Administración Financiera, Director General de OPEN, Asesor Financiero, Coach PNL y conferencista.

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