Monterrey

La elección de carrera profesional y el cambiante entorno laboral

OPINIÓN. El primer criterio en la selección de una carrera debe ser la búsqueda de información. Sin embargo, ésta última debe ser provista por fuentes confiables, preferentemente personas vinculadas a la escuela de interés, como estudiantes, egresados, y profesionales que conozcan de primera fuente los pormenores de la carrera.

En fechas próximas habrán de egresar miles de estudiantes de preparatorias y escuelas de educación media superior en Nuevo León y en todo México.

Como parte de la dinámica del sistema escolarizado actual, también en las próximas semanas las universidades públicas y privadas comienzan sus procesos de inscripción y selección, permitiendo a los alumnos aceptados continuar su preparación académica con una carrera universitaria o una educación técnica profesional. Por contraparte, aquellos aspirantes que no fueron admitidos deberán enfrentar la decisión de intentar su admisión en un futuro preparándose para tomar de nuevo los exámenes correspondientes, integrarse al mercado laboral bajo las actuales condiciones adversas, o si su situación lo permite, permanecer en ese "limbo" cada vez más común entre muchos jóvenes conocido como población "nini", por no estudiar o trabajar, y vivir en casa de sus padres sin un objetivo definido.

Por lo anterior, durante esta época, los padres de familia y aspirantes universitarios enfrentan la difícil decisión de elegir una carrera, y es sobre esta elección sobre la cual otras muchas decisiones importantes personales y profesionales se desprenden en la vida de estos jóvenes.

¿Cómo elegir una carrera profesional en un entorno como el actual? ¿Qué elementos deben considerarse cuando se toma una elección que marca una trayectoria profesional de una persona en el mediano y largo plazo? Estas preguntas requieren de un largo análisis, pero algunos puntos importantes deben estar invariablemente presentes al momento de tomar esa decisión fundamental.

El primer criterio en la selección de una carrera debe ser la búsqueda de información. Sin embargo, ésta última debe ser provista por fuentes confiables, preferentemente personas vinculadas a la escuela de interés, como estudiantes, egresados, y profesionales que conozcan de primera fuente los pormenores de la carrera. Preguntas asociadas al ambiente escolar, exigencias de tiempo escolarizado, capacidad de integrarse al mercado laboral, costos de libros y materiales, así como cuotas y becas, son básicas en la selección de una carrera y de una universidad. Es recomendable que la compilación de información sea fidedigna, y de ser posible, conocer de primera fuente ésta, asistiendo a talleres, presentaciones, seminarios, o pláticas informativas auspiciadas por la escuela.

Un segundo punto es asociado a lo que algunos denominan "vocación" del alumno, que bien podría definirse como la asociación entre las distintas capacidades de la persona con sus intereses personales, en búsqueda de aquella profesión u oficio que genera un mayor valor personal. Este valor no es necesariamente reflejado en términos monetarios, ya que el altruismo y la actitud de servicio también generan un valor económico y social presente en muchas profesiones como las artes, docencia, enfermería y medicina.

Un tercer punto a considerar es el cambiante entorno del mercado laboral. Una de las características de la nueva economía globalizada y cada vez más integrada a través de las tecnologías de información es que el conocimiento se renueva constantemente, haciendo obsoleto parte importante de lo aprendido, particularmente en materia de paquetería computacional y en ciencias exactas. Además, las exigencias de los empleos requieren de personas con talento en muchas áreas y con una capacidad de adaptarse desde sus posiciones e impulsar los cambios necesarios dentro de las empresas. Así, dentro de las características de la preparación profesional universitaria, deben buscarse que la carrera seleccionada provea de herramientas que permitan crear conocimiento e innovar, permitiéndole ser capaz de cambiar y adaptarse al tiempo que impulsa e implementa iniciativas.

Finalmente, un último punto a tomar en cuenta son las expectativas que se tienen a futuro sobre el mercado de la carrera de interés.

Considerando que el alumno egresará dentro de 4 o 5 años, carreras que hoy podrían estar en auge podrían a futuro tener una saturación de egresados o una menor demanda, creando cuellos de botella de egresados y desempleo en esa profesión, lo cual puede ser motivo de frustración para los jóvenes profesionistas.

Así, la elección de una carrera profesional debe considerar las aptitudes personales así como los intereses de superación, y favorecer la adquisición de herramientas, la creación e innovación constante de conocimiento, así como la capacidad de adaptarse a cambios laborales y personales. En pocas palabras, una carrera técnica o universitaria debe verse como un paso fundamental en la formación del capital humano, pero no como un objetivo final en la vida profesional de una persona.

* Doctorado en Economía en la Universidad de Chicago. Es Profesor-Investigador de la Facultad de Economía de la UANL y miembro del SNI-CONACYT Nivel 1.

Esta es una columna de opinión. Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad únicamente de quien la firma y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.

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