MONTERREY.- Con el fin de responder a los retos de la sociedad actual e impactar no sólo a las dependencias públicas, sino al sector privado y la sociedad civil, la Escuela de Gobierno y Administración Pública (EGAP) del Tecnológico de Monterrey cambió a la Escuela de Gobierno y Transformación Pública (EGTP).
Jesús Cantú Escalante, director de la sede Monterrey de esta institución, explica en entrevista con El Financiero los motivos de este cambio y los objetivos que persigue.
Economista egresado del Tecnológico de Monterrey, analista político y directivo y colaborador de medios de comunicación, Cantú Escalante tiene una amplia experiencia en instituciones públicas.
Fue Consejero Electoral del Consejo General en el Instituto Federal Electoral, presidente de las Comisiones de Organización Electoral, de Comunicación Social y de Capacitación Electoral y Educación Cívica y de Informática dentro del mismo Instituto.
A continuación se ofrece un extracto de la entrevista.
_ ¿A qué obedece este cambio en la institución?
__Tenemos que ubicar este cambio por dos vías. El primero, es una cuestión de fondo. Era muy importante que el propio nombre de la escuela reflejara claramente el impacto que queremos tener.
La escuela quiere impactar sobre lo que es el gobierno, en todas sus instancias. Aspiramos a elevar el nivel de la profesionalización, la eficacia y la eficiencia de las políticas públicas, el mismo nivel del ejercicio de la política.
Pero en un país como México, y en los actuales momentos, no podemos limitarnos únicamente al gobierno. Cada día, la gobernanza, la gobernabilidad de las distintas instancias, se define más en el espacio público en el que coinciden tres actores fundamentales: autoridades, mercado (iniciativa privada o empresas) y la sociedad civil en su conjunto.
Y cada día la gobernabilidad y las posibilidades de salir delante de un país dependen más de esta lógica.
Entonces, sí, tenemos un foco central que es el gobierno, pero queremos incidir en la construcción o en el fortalecimiento de este espacio público que requiere a más actores.
Para ponerlo en términos muy claros y sencillos, todo lo gubernamental debe ser público, pero lo público no es únicamente lo gubernamental, y sobre eso es sobre lo que queremos incidir y transitar.
_ ¿A partir de cuándo se realiza este cambio?
__Esto se oficializa a partir de este semestre, en la segunda semana de agosto pasado, cuando se lanza en el mismo contexto.
Este cambio se enmarca en esta transformación del Tecnológico de Monterrey, que tiene un relanzamiento y replanteamiento.
Tenemos entre 510 alumnos en el sistema presencial, tanto en Monterrey como en la sede Santa Fe, de la Ciudad de México. Y tomando en cuenta los que están de manera virtual daría un total de 750 u 800 estudiantes.
_ ¿La oferta educativa será la misma o hay algunos cambios?
__Se sigue ofreciendo lo que ya tenemos, pero además se va a agregar un programa nuevo y modificar sustancialmente otro.
Tenemos en forma presencial tres maestrías: la de Administración Pública y Política Pública, la de Prospectiva Estratégica y la Maestría en Derecho Internacional. Además, se ofrece un doctorado en Política Pública.
Las tres maestrías están en un proceso de revisión de sus programas de estudio para incorporar este nuevo énfasis que se quiere poner.
A estas maestrías se agregará una nueva en investigación o maestría científica, enfocada al gobierno para quienes quieran desarrollar conocimiento a partir de lo que sucede en México.
Tenemos otros dos programas en línea, una maestría en Gestión Pública Aplicada, que tiene una gran presencia tanto en México como en América Latina, y un programa que acabamos de lanzar hace un mes, que es una Maestría en Derecho, el LLM, que se lanzó con una doble titulación, junto con la Universidad de Washington.
_ ¿A qué aspiran con estos cambios?
__Tenemos que estar siempre tratando de mejorar y sobre esta base es precisamente que estamos haciendo estos cambios porque nuestra aspiración es ser la mejor escuela de gobierno en América Latina.
Por eso hemos incorporado nuevos profesores como Jesús Silva Herzog Márquez, Carlos Elizondo Meyer, de los que son más conocidos dentro de los medios de comunicación y la opinión pública en México, pero también otros profesores de México y Estados Unidos.
_ Como analista político, ¿cuáles son los retos del próximo gobernador o gobernadora de Nuevo León?
__Yo lo ubicaría en tres grandes vertientes.
Hay una primera que tiene que ver con el propio ejercicio del gobierno: va a tener una limitante fundamental por las finanzas que va a recibir.
Es una realidad que hoy el estado está muy endeudado, está prácticamente en el límite de su capacidad económica y este será un gran reto para el próximo gobernante.
Otro gran reto es cómo llegar a los niveles de seguridad que teníamos hace no muchos años.
Estoy cierto que vivimos el peor momento en el 2012 y a partir de ahí empezaron a disminuir las situaciones críticas de inseguridad, pero nos falta mucho trecho por recorrer para llegar a los niveles que teníamos en el 2007 y 2008, donde Monterrey y Nuevo León se caracterizaban por ser de los lugares más tranquilos no sólo del país, sino del mundo.
Y el último reto tiene que ver con el aspecto económico, ya que vendrán todas las llamadas reformas estructurales y la apuesta es que estas van a poder catapultar al estado.
El reto es cómo insertar a Nuevo León en este proceso y convertirlo en una de las locomotoras del desarrollo del país.
Y en lo político, aún tenemos grandes ausencias en materia de participación ciudadana y vemos una resistencia por parte de los gobernantes para abrir estos espacios.
El siguiente gobernador tendrá que tener la suficiente sensibilidad y capacidad para incorporar todas estas demandas y poderlas traducir en una institucionalidad mucho más democrática que la actual.
_¿De qué manera pueden los ciudadanos acceder al poder?
__Estamos viendo a nivel mundial, y si nos centramos en América Latina, muy diversas fórmulas o instrumentos que permiten incorporar a la ciudadanía en lo que son los tres grandes niveles en los que hay que pensar la democracia.
Un primer nivel tiene que ver con la elección de las autoridades, el segundo es el ejercicio del gobierno y el tercero es el control ciudadano de la autoridad.
Avanzamos en la elección de las autoridades, pero donde se abren los grandes retos es en los dos otros niveles.
En el ejercicio mismo del gobierno hay desde los llamados presupuestos participativos, los gobiernos abiertos, tenemos los consejos gestores de política pública.
Nos falta mucho por trabajar en México, pero lamentablemente muchos de estos ejercicios no se institucionalizan, dependen mucho de la voluntad del político, del gobernante en turno.
Y está el último nivel de la democracia, que es el del control ciudadano del poder; cómo el ciudadano puede llamar a cuentas a un gobernante, y no me refiero a gobernantes arbitrarios o represores, sino a un gobernante ineficiente, que en ocasiones nos olvidamos de esto.
Ahí tenemos que abrir las vías. Una puede ser la revocación del poder, pero también hay otras más, como la contraloría social, y aquí la EGTP ha venido participando, porque de hecho parte de la legislación sobre la Auditoría Superior del Estado contó con nuestra asesoría.
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