La FIFA ofreció este jueves garantías de que los aficionados de Gales que lleven símbolos con los colores del arcoíris podrán acceder con ellos al estadio para el partido de su selección contra Irán, informó la federación del país.
El organismo había pedido al ente rector del fútbol mundial que aclarara los reportes acerca de que a algunos de sus hinchas se les impidió acceder con sombreros y banderas de arcoíris en su primer juego contra Estados Unidos.
“La FIFA ha confirmado que los aficionados con sombreros de Rainbow Wall y banderas de arcoíris podrán entrar en el estadio”, apuntó la federación galesa en una publicación en redes sociales este jueves.
Rainbow Wall es el grupo de aficionados LGBTQ de Gales.
Según la federación, se ha “contactado (con todas las sedes del Mundial) y se les ha ordenado que sigan las normas y reglamentos acordados”.
La ‘doble moral’ de la FIFA
La FIFA confirmó que ha estado en contacto con la federación galesa y reiteró las garantías que desde hace tiempo ofrecen las autoridades qataríes de que los símbolos LGBTQ se permitirán en las ocho sedes de la Copa del Mundo. Sin embargo, el organismo no tiene autoridad sobre la seguridad de los estadios, que está controlada por el comité organizador local.
Los elementos con los colores del arcoíris, un símbolo de los derechos de la comunidad LGBTQ, causan polémica en un país donde las relaciones entre personas del mismo sexo están penalizadas.
Sin embargo, esta misma semana, la FIFA amenazó con amonestaciones a cualquier jugador que usara la banda ‘One Love’ en los partidos del torneo, lo que obligó a 7 selecciones (incluyendo a Gales) a ‘echarse para atrás’ en sus planes para vestirla.
Alemania, otro de los equipos que planeaba mostrar este brazalete arcoíris, calificó la medida como un acto de censura por parte de la FIFA.