La primera semifinal del Mundial de Qatar 2022 entre Argentina y Croacia se presentaba como un duelo de dos de los mejores jugadores que ha dado el futbol en los últimos tiempos, Lionel Messi y Luka Modric, pero el auténtico protagonista fue Julián Álvarez, que hizo honor a su apodo: la araña.
Julián Álvarez marcó un doblete, ambos con asistencia de Lio Messi (al que hace unos años solo veía en fotografías) para poner a la Albiceleste en la final de la Copa del Mundo.
“En lo personal y por el grupo, nos merecíamos esto, estamos en la final, que es lo que queríamos. Ahora toca descansar y hacer gran partido el domingo”, dijo el jugador del Manchester City.
Así conoció Julián Álvarez a Messi
“Feliz cumple al mejor jugador de la historia. Gracias por tanto, ídolo”, publicó Álvarez el 24 de junio del 2015 en una fotografía de Instagram de cuando conoció en persona a Messi.
Julián Álvarez coincidió con el exjugador del Barcelona en el hotel donde se concentraba la Selección Argentina hace varios años.
¿Por qué le apodan ‘araña’ a Julián Álvarez?
Al joven delantero que ya ha empezado a despuntar en el Manchester City de Pep Guardiola le llaman así desde pequeño. En el Calchín, club en el que se inició de pequeño, decían tenía una gran capacidad para controlar el balón y llevarla ‘atada’.
Su padre relató en un vídeo que de chico le “sacaba la pelota siempre y era como un araña porque parecía que tenía varias patas; se ponía como un loco y no se la podían quitar”.
Es justo lo que ocurrió en el estadio de Lusail. Su picadura, al más puro estilo, fue letal para Croacia. Rápido como un meteoro, hizo añicos el equipo balcánico y sobre todo a los dos centrales poderosos como Dejan Lovren y Josko Gvuardiol en la jugada que provocó el penal para Argentina y en el segundo gol.
Julián Álvarez no era titular con Argentina
El exdelantero de River Plate, de 22 años, no llegaba como titular a este Mundial. En principio era Lautaro Martínez el que se perfilaba como primera opción para Lionel Scaloni. Pero Julián Álvarez se ganó el puesto y lo aprovecha cada día, cada partido que sale a la cancha.
Ni aún así paró de correr como un loco, de presionar, de trabajar, de insistir, todo por un sueño, por un equipo que no deja de creer. Messi, fabricó un espectacular desborde a Gvardiol y le premió a Julián Álvarez con el doblete para que pusiera la guinda a una noche imborrable.
(Con información de EFE)