El futbolista francés Kylian Mbappé estuvo en medio de la polémica este 2022 previo a su participación en la Copa del Mundo celebrada en Qatar, donde se enfrentará en la final a Argentina. Después de recibir una generosa oferta del Real Madrid, decidió quedarse en su país y seguir representando al PSG los siguientes 3 años.
Aunque las ofertas entre ambos clubes eran casi idénticas –según explicó su mamá Fayza Lamari a Kora Plus–, con los madridistas podía controlar sus derechos de imagen. Finalmente, la decisión sobre su futuro hasta el 2025 la dio a conocer en el último momento, minutos antes del partido entre el Paris Saint-Germain y el Metz.
Las críticas -sobre todo de los madridistas- no se hicieron esperar, pues afirmó que anteriormente ya había decidido cambiar de aires, aunque luego cambió de parecer. Según argumentó, el dinero no fue factor. “Soy de Francia, un país en el que quiero vivir, envejecer, instalarme al final de mi carrera, había un lado sentimental”, expresó a los medios.
La molestia del Real Madrid tras la renovación
Nasser al Khelaifi, presidente del PSG, admitió que la oferta de Real Madrid era mejor que la del club parisino. Anteriormente ya había rechazado 180 millones de euros por el pase.
“La oferta del Madrid era mejor que la nuestra. Además, tenía otros clubes de Inglaterra, pero él ha elegido el PSG y no hemos hablado con él ni con su familia de dinero hasta el último momento. Estaba interesado en el proyecto del futbol”, señaló a Marca.
De acuerdo con The New York Times, la cifra que aceptó fue de 251 millones de dólares por las siguientes tres temporadas; es decir, aproximadamente 83 millones de dólares por año. Además, el jugador de 23 años de edad recibió como adelanto 125 millones de euros por aceptar la renovación de su contrato.
Ante el panorama, Mbappé confió que llamó personalmente al dirigente merengue para comunicarle la noticia. Pero La Liga española presentó una denuncia ante la UEFA al acusar al club francés de quebrar la normativa del fair play financiero.
“La Liga considera que estas prácticas alteran el ecosistema y la sostenibilidad del futbol, perjudican a todos los clubes y ligas europeas, y solo sirven para inflar el mercado de forma artificial, con dinero no generado en el propio futbol”, dijeron en un comunicado.