El sector agrícola mexicano está sufriendo las consecuencias de las sequías, advierte el experto en agroindustria, Aristóteles Vaca Pérez. De acuerdo con el especialista, el campo viene arrastrando los efectos de la falta de lluvias que enfrentó el país en 2021, por lo que ahora el impacto es más severo. Ante esta situación, algunos agricultores han encontrado en las herramientas tecnológicas un aliado para hacer eficiente el uso del agua y sobrellevar su carencia.
“Las sequías están impactando directamente en la producción, la falta de agua en zonas de riesgo es un tema que preocupa, así que los productores han volteado a ver el sistema de riego tecnificado como una solución, pues permite manejar adecuadamente el uso del agua, pero también medir la cantidad exacta del líquido que requieren los plantíos en tiempo real, garantizando una temporada exitosa pese a los cambios climáticos”, explica Aristóteles Vaca.
El experto en agroindustria indica que la sequía en zonas que dependen de condiciones de temporal está afectando directamente en la producción de alimentos, lo que desencadena un incremento en sus precios. Un análisis elaborado por el Consejo Nacional Agropecuario (CNA) refiere que uno de los productos más afectados fue el limón, que a principios del año llegó a costar hasta 70 pesos el kilo. Hoy ronda entre 30 y 45 pesos, dependiendo la zona del país.
A esto hay que sumarle el aumento de costos en los insumos como el fertilizante, y la falta de financiamiento al campo mexicano, agrega Aristóteles Vaca Pérez. Por eso, soluciones tecnológicas como el sistema de riego tecnificado se han vuelto el aliado ideal para incrementar la productividad del sector.
La tecnología al servicio del campo
El sistema de riego tecnificado es una herramienta tecnológica diseñada para eficientar los cultivos de agua, fertilizantes y nutrientes. “Esta tecnología permite disminuir el consumo del líquido en las parcelas y, en consecuencia, obtener una mayor producción y alimentos de mejor calidad. Además, incrementa los ingresos de los agricultores y economiza su tiempo, por lo que pueden dedicarse a otras actividades”, añade Aristóteles Vaca.
De acuerdo con el experto en agroindustria, existen diferentes técnicas de riego tecnificado que se implementan en el campo, pero las más utilizadas en México son por goteo, microaspersión y aspersión, pues son las que presentan una mejor eficiencia en lo que respecta al uso de agua.
Aristóteles Vaca señala que estos métodos se caracterizan por aplicar el agua simulando la lluvia natural, pero de manera controlada y localizada de acuerdo a los requerimientos de los cultivos, lo que permite una producción de mejor calidad. Cifras del Gobierno de México indican que en los últimos años se ha alcanzado una superficie total de 2.6 millones de hectáreas tecnificadas en el país.
“Este tipo de soluciones tecnológicas han llegado a mejorar el impacto que tiene el cambio climático en el campo mexicano. Antes, cuando los efectos no eran tan severos, los productores sabían cómo hacerle frente a cada estación, pero hoy las condiciones son diferentes, así que es necesario no dejar todo a la suerte y aprovechar los beneficios de estas herramientas”, menciona Aristóteles Vaca Pérez.
Un sector agrícola de primer nivel
El experto en agroindustria aplaude que los productores entiendan el beneficio del riego tecnificado. Sin embargo, explica que la falta de recursos es un impedimento para su adopción, más entre los pequeños agricultores, que son un alto porcentaje del campo mexicano.
“México es un país agrícola, líder de producción alimentaria a nivel mundial. Es importante trabajar en conjunto para llevar al sector a un nivel más alto, y la única manera de lograrlo es implementando el uso de herramientas tecnológicas”, añade Aristóteles Vaca.
Finalmente, el experto en agroindustria asegura que el riego tecnificado es una de las mejores opciones para incrementar el rendimiento del sector agrícola mexicano y, sobre todo, para enfrentar las sequías y los efectos del cambio climático. “No se trata de comprar nuevas tierras para producir más, una práctica común entre agricultores, sino potenciar las que ya se tienen al utilizar los recursos de manera adecuada”, concluye Aristóteles Vaca.