Dentro de la agenda de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), para el 2030 se contempla el objetivo de lograr la igualdad de género y empoderar a todas las mujeres y niñas del mundo. Esto, a través de acciones específicas para asegurar la participación de las mujeres en todos los ámbitos, incluyendo los espacios de toma de decisión. Es fundamental aprobar y fortalecer políticas públicas y leyes para promover la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres en todos los niveles, apunta la empresaria y especialista en empoderamiento femenino Angelica Fuentes.
De acuerdo con la Organización Internacional del Trabajo (OIT), uno de los motivos más comunes de discriminación en el trabajo es el género, manifestándose, entre otros aspectos, en una menor remuneración para las mujeres por el ejercicio de las mismas responsabilidades que los hombres. Según la OIT, una de las formas de lograr la igualdad de género es a través de la igualdad salarial y se están llevando a cabo acciones a nivel mundial para alcanzar este propósito.
La Asamblea General de las Naciones Unidas, mediante su resolución A/RES/74/399, decidió declarar al 18 de septiembre como el Día Internacional de la Igualdad Salarial a partir del 2020. Un año más tarde, en México se aprobó por unanimidad en el Pleno del Senado de la República la igualdad salarial entre hombres y mujeres a través de una serie de reformas en ordenamientos legales para erradicar la discriminación salarial.
La propuesta normativa aprobada por el Senado de la República Mexicana pretende asegurar una base legal para que mujeres y hombres puedan ejercer el derecho a la igualdad salarial.
De acuerdo con Angelica Fuentes, la brecha salarial es una de las injusticias sociales más persistentes en el mundo laboral y es imperativo erradicarla. Esto lo confirman los datos del Informe Mundial sobre Salarios 2018/19 de la OIT que indican que, a nivel mundial, las mujeres continúan percibiendo un salario aproximadamente inferior en un 20% al de los hombres.
La remuneración comprende más que el salario básico, incluye primas y comisiones, además de prestaciones como subsidio de vivienda, seguro de salud y vida, especifica Angelica Fuentes. Por ende, homologar prestaciones entre hombres y mujeres contribuye en el cierre de la brecha salarial.
La OIT indica que la igualdad salarial significa que los hombres y mujeres perciban la misma remuneración por un trabajo igual o similar. La recomendación de la OIT es evaluar el valor del empleo considerando competencias y calificaciones, condiciones de trabajo, esfuerzo y responsabilidad requeridos para desempeñar el puesto.
Estos criterios son neutros en cuanto al género y cualquiera debe percibir el mismo salario por las mismas responsabilidades, concluye la especialista Angelica Fuentes.