Primero vale la pena describir que con Infraestructura de Telecomunicaciones nos referimos a todo aquello que se requiere para desplegar redes de telecomunicaciones, ya sean postes, torres, edificios, ductos, etc. o hasta permisos y pago de derechos.
La industria de las telecomunicaciones es la base fundamental para la creación de la conectividad necesaria que habilita la transformación digital, un mercado global multimillonario en constante crecimiento. Los incentivos para facilitar el despliegue de infraestructura son cruciales para el desarrollo de la conectividad de banda ancha y la entrega de servicios de voz, datos y video incluyendo redes alámbricas e inalámbricas. La banda ancha es indispensable para aprovechar el Internet en su verdadero potencial.
El valor de esta infraestructura se ha demostrado claramente en los años más recientes, por lo que es importante resaltar cuán importante es esta industria. De ahí el que al día de hoy sea prioritario el que la (ANATEL) facilite espacios de conversación como ‘Infraestructura más allá de las telecomunicaciones’, un encuentro en donde diferentes panelistas intercambiaron visiones sobre las telecomunicaciones en América Latina y el Caribe, como lo comentó Gabriel Székely, director General de la ANATEL: “por cuarto año buscamos un enfoque positivo y constructivo, en vez de criticar y quejarse, buscamos el cómo lo podemos hacer realidad, con ayuda de casos de éxito y nuevas propuestas”.
Las telecomunicaciones generan entornos más colaborativos, permiten el teletrabajo, estudiar a distancia e incluso el entretenimiento. Este ha sido un elemento crucial durante la pandemia de Covid-19, donde todos aquellos que contaron con un enlace de banda ancha, pudieron mantener sus actividades de la vida cotidiana con el mínimo impacto. Las empresas también usan su poder para brindar un servicio al cliente de calidad y la continuidad de sus operaciones. La conectividad permitió incluso la creación de nuevos modelos de negocio.
El diseño de políticas públicas que incentiven el despliegue de infraestructura para las Telecomunicaciones, impacta de manera transversal; sectores como la educación y la salud dependen de estas para funcionar y, a su vez, pueden ser actores importantes en el crecimiento económico de un país. Mientras que, en el sector financiero, las personas confían en la infraestructura cuando envían y reciben dinero en todo el mundo. El proceso se ha vuelto mucho más fácil gracias a aplicaciones descargables para teléfonos inteligentes y un ejemplo de ello es que las personas pueden mover dinero por motivos personales y las empresas utilizan aplicaciones web como parte de sus transacciones financieras diarias y la evolución a los servicios de la nube.
Por lo anterior y en busca de llevar tecnología de punta a cada vez más personas, es que Huawei se hace presente en este evento, impulsando este tipo de iniciativas.
“En conjunto con la conectividad el procesamiento y almacenamiento de datos ha venido en aumento de forma significativa; siempre que estamos conectados generamos datos y estos deben aprovecharse de muchas formas, siempre priorizando actividades de mayor beneficio para las personas. Así, nuestro objetivo es construir lo que denominamos la infraestructura digital, base de la economía del presente y del futuro, la economía digital”, señaló Cesar Funes, Vicepresidente de Relaciones Públicas para Huawei Latinoamérica y el Caribe.
El valor de la infraestructura digital es innegable, facilitar su despliegue impactará en el desarrollo de una sociedad mejor, más inclusiva e igualitaria.
“No solo se trata de hacer negocio y crear redes, también crear valor social a través de, por ejemplo, programas de inclusión de los no conectados y desarrollo de talento”, concluyó Funes.