En días recientes, de cara al comienzo del proceso de levantamiento de su nuevo fondo, Utopía II, Addem Capital anunció la implementación de su nueva metodología de impacto en su proceso de inversión. El fondo de deuda estructurada, desde su fundación, se ha concentrado en proyectos cuyo acceso al financiamiento tradicional está limitado, especialmente en los sectores de fintech e IFNR, bienes raíces, energías renovables, agricultura y salud.
Siguiendo su nueva tesis de inversión, recientemente Addem Capital participó en el co-financiamiento de la agrofintech mexicana Verqor junto con Co_Capital, un fondo líder en inversiones de impacto. Dadas las circunstancias globales en materia social y ecológica, que exigen medidas urgentes y constantes, se espera que esta sea la primera de una serie de inversiones en conjunto.
«Creemos firmemente que el impacto debe ser un pilar en la toma de decisiones de inversión y en el monitoreo del crecimiento de las empresas en las que invertimos», afirmó Mónica Ajarrista, CIO de Addem Capital. Y es que el fondo, para implementar transversalmente un enfoque de impacto, ha desarrollado un marco de evaluación que le permite medir el desempeño de cada empresa a través de métricas con las cuales se genera un informe que se toma en cuenta en la decisión de inversión. «Nuestro objetivo es ser cada vez más radicales en nuestros no negociables en términos de medición y generación de impacto. Esto, por supuesto, sin dejar de lado los rendimientos consistentes y atractivos para nuestros inversionistas que nos han distinguido desde el comienzo de la firma».
Estamos convencidos de que entraremos gradualmente en una coyuntura en donde las inversiones de mayor retorno estarán correlacionadas con aquellas que tengan un mayor enfoque ESG», continuó.
Addem Capital siempre se ha caracterizado por entender las inversiones como una forma de acompañamiento que debe ir más allá de lo económico. En este sentido, espera que su metodología sirva también a las empresas para tener mayor visibilidad de qué tan cerca o lejos se encuentran de sus objetivos ESG. La metodología consiste en realizar una evaluación inicial a la que se le da seguimiento a través de un Servicing Report en el que se pueden visualizar tanto el puntaje inicial del proyecto como su evolución a lo largo del tiempo.
«Estamos convencidos de que la única forma de seguir invirtiendo sosteniblemente, es hacerlo en proyectos que tienen en su ADN el cuidado de nuestro mundo y nuestro futuro. Como fondo, consideramos un enorme acierto que los grandes capitales se estén dirigiendo hacia empresas que ponen al centro las tres esferas ESG», dijo Luis Serio, quien encabeza las relaciones con los inversionistas de Addem Capital. Y agregó que «Utopía II está formado por capitales social y ambientalmente responsables. Y esto no se alinea solamente a nuestros valores como fondo, se alinea a las necesidades del presente».
La creciente tendencia de las inversiones de impacto moviliza cada vez más recursos hacia proyectos que no solo tienen en el radar problemáticas ambientales, sociales y de gobernanza, sino que surgen con la expresa intención de enfrentarlas. Anteriormente, pareciera que las empresas nacían y, sobre la marcha, mitigaban los daños causados; pero, cada vez más, se les exige tener como objetivo un impacto positivo en su entorno.