A pesar de las dificultades económicas actuales, el lujo sigue creciendo a un ritmo aproximado del 4% anual, acercándose a los 1.5 billones de dólares en valor de mercado. Carlota Rodben, experta en innovación en el mercado de lujo, destaca que, históricamente, en momentos de crisis, los consumidores tienden a volcarse hacia el lujo como una forma de buscar bienestar emocional y estabilidad en tiempos inciertos. “Leonard Lauder mencionaba que, tras las guerras, las ventas de pintalabios se disparaban. Hoy en día, el lujo cumple una función similar: ofrece una vía de escape y la posibilidad de soñar”, explica Rodben.
En México, el panorama es alentador. La gen Z está emergiendo como un grupo clave para el crecimiento del sector, con ingresos que superan los de sus pares en otras partes del mundo. Este grupo joven, dinámico y económicamente activo, está redefiniendo el consumo de lujo en el país.
De productos a experiencias: la nueva era del lujo
Una de las tendencias más marcadas en la industria del lujo es su transición de una estrategia centrada en productos a una más enfocada en experiencias. “Las marcas ya no solo venden artículos, sino estilos de vida completos que incluyen bienestar, hospitalidad y viajes”, comenta Rodben. Esta transformación responde al deseo de los consumidores de vivir experiencias únicas y memorables, tanto físicas como digitales.
Las marcas están creando momentos efímeros, eventos exclusivos que ofrecen a los consumidores una sensación de pertenencia. Desde boutiques inmersivas hasta eventos pop-up que desaparecen rápidamente, el lujo se ha convertido en algo más que un simple objeto; ahora es una vivencia.
La tecnología como motor de innovación
El avance tecnológico ha jugado un papel crucial en la modernización de la industria del lujo. Tecnologías como la inteligencia artificial y el blockchain han permitido que las marcas se adapten rápidamente a las necesidades de los clientes. Rodben menciona que, mientras antes el cliente giraba alrededor de las marcas, hoy las marcas son las que giran en torno al cliente. “Las empresas deben entender lo que sus consumidores desean, ya sea en términos de sostenibilidad, experiencias o tendencias sociales”, recalca.
Además, el blockchain está revolucionando el mercado del lujo al ofrecer trazabilidad y autenticidad, especialmente en el mercado de segunda mano. Con esta tecnología, los compradores pueden verificar la procedencia y autenticidad de los productos, lo que reduce el riesgo de adquirir falsificaciones.
El poder del entretenimiento y el capital cultural
Más allá de la tecnología, el entretenimiento ha emergido como una herramienta clave para las marcas de lujo. La colaboración con medios y producciones culturales ha permitido a las marcas mantenerse relevantes en la mente de los consumidores. Rodben señala ejemplos como “Emily in Paris” o “Sex and the City”, que utilizan el product placement para integrarse de manera natural en la narrativa cultural. Este enfoque no solo promociona productos, sino que también refuerza la identidad de las marcas.
Además, el fenómeno de las Olimpiadas en París ha destacado cómo los deportistas se han convertido en iconos de la moda, desdibujando las líneas entre el deporte y el lujo. “El lujo, hoy en día, no solo es un bien material, sino una representación de un estilo de vida, una forma de expresión y un sentido de pertenencia”, concluye Rodben.
El futuro del lujo: propósito y sostenibilidad
Finalmente, Carlota Rodben subraya la importancia de que las marcas de lujo adopten un enfoque basado en el propósito y la sostenibilidad. “Los consumidores ya no solo buscan un producto hermoso, sino que quieren saber de dónde proviene, cómo fue producido y quiénes están detrás de su creación”, comenta. Las marcas que logren transmitir un sentido de propósito y responsabilidad en cada etapa de su cadena de suministro serán las que prevalezcan en el futuro.
En conclusión, el lujo no es inmune a los cambios globales, pero ha demostrado una capacidad notable para adaptarse y prosperar. La combinación de experiencias personalizadas, tecnología avanzada y un enfoque en la sostenibilidad está impulsando a la industria hacia una nueva era, donde el lujo no es solo un sím