El presidente Joe Biden revelará este miércoles un amplio plan de 1.8 billones de dólares para expandir las oportunidades educativas y el cuidado infantil para las familias, financiado en parte por el mayor aumento de impuestos a los estadounidenses ricos en décadas, en lo que será la ‘pieza central’ de su primer discurso en una sesión conjunta del Congreso.
El Plan de las Familias Estadounidenses, la tercera propuesta legislativa importante de Biden, combina 1 billón de dólares en gastos con 800 mil millones de dólares en recortes de impuestos y créditos para familias de ingresos medios y bajos.
El plan haría que el jardín de infantes y la universidad comunitaria fueran gratuitos en todo el país; extendería el crédito tributario por hijos hasta 2025; y haría permanente una expansión del crédito tributario por ingresos del trabajo para adultos sin hijos con bajos ingresos.
También brindaría apoyo directo a las familias para el cuidado infantil, educación financiera, y crearía un programa nacional de licencia familiar remunerada.
La propuesta sigue los pasos de un plan de infraestructura de 2.25 billones de dólares que aún no ha sido aprobado por el Congreso, y un plan de ayuda para la pandemia de 1.9 billones de dólares que Biden ya promulgó como ley. Juntas, las medidas tiene el potencial de rehacer el código tributario de EU y los programas de bienestar social, ampliando enormemente el apoyo federal incluso para las familias que se consideran de clase media alta, al tiempo que trasladarían sustancialmente la carga fiscal general a los ricos.
“El presidente ha dejado claro que nuestro sistema tributario no funciona si un administrador de fondos de cobertura que gana cientos de millones de dólares paga impuestos a una tasa más baja que el conserje que trabaja en su oficina o el ama de llaves en su mansión”, dijo la asesora principal de la Casa Blanca, Anita Dunn, en un memorando obtenido por Bloomberg News.
“Y va a tomar medidas, medidas que cuentan con el apoyo del público estadounidense, para abordar la equidad en el código fiscal”, subrayó.
En conjunto, las propuestas de Biden subrayan las ambiciones del presidente después de casi 100 días en el cargo. Elegido para sacar a Estados Unidos de la pandemia de coronavirus y la crisis económica que vino con ella, Biden ahora busca usar la Presidencia para remodelar y reorientar la economía y la vida de los estadounidenses de clase media.
Hacer permanente la expansión del crédito tributario por ingresos del trabajo ayudaría a unos 17 millones de trabajadores de bajos ingresos, mientras que extender el crédito tributario por hijos beneficiaría a unos 66 millones de niños, apuntó la Casa Blanca.
Los aumentos de impuestos de Biden incluyen elevar la tasa máxima para las personas de nuevo al 39.6 por ciento; cambiar el tratamiento de las ganancias de capital para que las personas ricas no se beneficien de tasas más bajas en sus ingresos de inversión; y el aumento de fondos para el Servicio de Impuestos Internos para hacer cumplir la recaudación de impuestos y auditar a los contribuyentes ricos.
Sus propuestas son inciertas en el Congreso, donde los demócratas tienen una mayoría en el Senado solo por el voto de desempate de la vicepresidenta Kamala Harris.
El memorando de Dunn citaba un puñado de encuestas que mostraban que la mayoría de los estadounidenses apoyan medidas como aumentar la tasa de impuestos corporativos y los impuestos a las ganancias de capital para las personas que ganan más un millón de dólares al año.