Con los casos de COVID-19 subiendo a niveles récord, el primer ministro de India, Narendra Modi, enfrenta una presión cada vez mayor para imponer un estricto confinamiento en todo el país en medio de un debate sobre si las restricciones impuestas por los estados son suficientes.
Muchos expertos médicos, líderes opositores y algunos jueces de la Corte Suprema han sugerido que la cuarentena parece ser la única opción frente a un virus que barre ciudades y pueblos, donde los hospitales se ven obligados a rechazar pacientes mientras sus familiares tratan de encontrar oxígeno. Los crematorios y los cementerios tienen problemas para gestionar la cantidad de fallecidos.
India batió un nuevo récord el viernes con 414 mil 188 nuevos positivos confirmados en las últimas 24 horas. El conteo total de infectados superó los 21.4 millones de personas desde el inicio de la pandemia, con pocas esperanzas de frenar la curva de contagios rápido. El Ministerio de Salud reportó también 3 mil 925 decesos más para un total de 234 mil 083. Los expertos creen que los datos oficiales están por debajo de los reales.
La cifra oficial de muertos lleva 10 días por encima de las 3 mil personas.
En el último mes, casi una docena de los 28 estados federales anunciaron restricciones menos estrictas que el confinamiento que paralizó el país durante dos meses en marzo del año pasado.
Modi, que consultó con los principales líderes electos y autoridades de las regiones más afectadas el jueves, ha dejado por ahora la responsabilidad de la lucha contra el virus a los mal equipados gobiernos estatales.
El doctor Randeep Guleria, experto en salud del gobierno, dijo que se necesita una cuarentena completa y agresiva como la del año pasado, especialmente en las zonas donde más del 10 por ciento de las personas que se sometieron a una prueba de detección dieron positivo al virus.
Rahul Gandhi, líder del partido opositor en el Congreso, reiteró en una carta a Modi el viernes su demanda para un confinamiento total y advirtió que “el costo humano tendrá consecuencias mucho más trágicas para nuestro pueblo”.
El ejecutivo no debería preocuparse por el costo económico de un cierre y debe dar apoyo financiero y de alimentos a los más pobres.
Srinath Reddy, presidente de la Fundación de Salud Pública de India, una consultoría público-privada, reconoció que los estados sufren la pandemia con distinta intensidad, pero apuntó que aún así se necesita una “estrategia coordinada a nivel nacional”.
De acuerdo con Reddy, las decisiones tienen que basarse en las condiciones locales, pero deberían estar coordinadas de cerca por el centro. “Como una orquesta que toca la misma partitura pero con diferentes instrumentos”, añadió.
Modi impuso un estricto confinamiento de dos meses el año pasado con apenas cuatro otras de preaviso. Decenas de millones de trabajadores migrantes quedaron varados y sin empleo y huyeron a sus aldeas, y muchos de ellos fallecieron en el camino. Los expertos dicen que esta decisión ayudó a contener el virus y dio tiempo al gobierno.
La economía india se contrajo un 23 por ciento entre abril y junio del año pasado, pero se recuperó a medida que se aliviaron las restricciones. Se espera que la proyección del Fondo Monetario Internacional (FMI) que contemplaba un crecimiento del 12.5 por ciento para el año financiero 2021-2022 que comienza en abril, se vea afectada por la subida de las infecciones.
La política de Modi de imponer confinamientos selectivos cuenta con el respaldo de algunos expertos, incluyendo Vineeta Bal, científica del Instituto Nacional de Inmunología. Los estados tienen diferentes necesidades y hay que tener en cuenta las particularidades locales para que las políticas funcionen, señaló.