Los proveedores de combustible están cada vez más nerviosos por la posibilidad de que se produzca una escasez de gasolina y diésel en el este de Estados Unidos casi dos días después de que un ciberataque dejara fuera de servicio una importante red de oleoductos.
Colonial Pipeline informó el domingo que todavía estaba desarrollando un plan para volver a poner en funcionamiento la mayor red de oleoductos del país, una fuente crítica de suministro para la región de Nueva York, y que solo la reactivará cuando sea “seguro hacerlo”, y en plena conformidad con la aprobación de todas las normas federales”.
El ataque se produce justo cuando la industria energética del país se prepara para satisfacer la mayor demanda de combustible durante la temporada de verano. Los estadounidenses están volviendo a trasladarse a la oficina, por primera vez planean viajes importantes y reservan vuelos.
Una interrupción prolongada en la red de ductos amenaza con enviar el precio promedio de la gasolina en EU por encima de los 3 dólares por galón por primera vez desde octubre de 2014, avivando aún más los temores inflacionarios en momentos en que los precios de las materias primas se disparan en todo el mundo.
Con poca claridad sobre cuándo volverá a operar la red, los operadores están buscando buques para entregar la gasolina que, en condiciones normales, se habría transportado a través del oleoducto Colonial, según participantes del mercado quienes solicitaron no ser identificados porque la información no es pública. Agregaron que la gasolina podría almacenarse temporalmente en buques petroleros en el golfo de Estados Unidos en caso de que se prolongue el cierre.
Colonial detuvo todas las operaciones de su red el viernes por la noche después de sufrir un ciberataque que afectó a algunos de sus sistemas de TI.
Colonial es solo el último ejemplo de infraestructura crítica que es atacada por piratas informáticos quienes intentan cada vez más infiltrarse en servicios esenciales como las redes eléctricas y los hospitales. Las crecientes amenazas llevaron a la Casa Blanca a responder el mes pasado con un plan para aumentar la seguridad en los servicios públicos y sus proveedores. Los oleoductos son una preocupación específica debido al papel clave que desempeñan en la economía estadounidense.
“Es un esfuerzo de todos los participantes en este momento”, declaró la secretaria de Comercio estadounidense, Gina Raimondo, sobre las medidas del Gobierno federal mientras se prolonga el cierre.
“Estamos trabajando en estrecha colaboración con la compañía, funcionarios estatales y locales para asegurarnos de que vuelvan a operara con normalidad lo más rápido posible y no haya interrupciones en el suministro”, agregó.
Según un funcionario, la Casa Blanca convocó a un grupo de trabajo interinstitucional para tratar el ataque, incluida la exploración de opciones para reducir su impacto, según un funcionario. El presidente Joe Biden puede invocar una serie de poderes de emergencia para garantizar que los suministros sigan fluyendo a las grandes ciudades y aeropuertos a lo largo de la costa este.
Se han flexibilizado algunas normas que limitan el transporte nacional de combustible para ayudar a hacer frente a una posible escasez. Esto no se extiende a la exención de la Ley Jones, una medida que permitiría a los petroleros extranjeros ayudar a transportar más productos petrolíferos entre los puertos estadounidenses.
“Hay formas de evitar esto”, comentó Jeff Currie, jefe global de materias primas de Goldman Sachs Group Inc. “Es importante destacar que el Departamento de Transporte ha levantado cualquier restricción sobre el transporte por camión y por barco, lo que significa que puede usar otras vías de transporte para hacer frente a esto”.
Colonial es una de las principales fuentes de gasolina, diésel y combustible para aviones que llega a la costa este desde el cinturón de refinación del país a lo largo de la costa del golfo. Tiene capacidad para transportar unos 2.5 millones de barriles al día desde Houston hasta Carolina del Norte, y otros 900 mil barriles diarios a Nueva York.
Un buque cisterna oceánico que había estado llevando gasolina hacia el golfo de Estados Unidos se detuvo en su viaje y ahora está estacionado al este de las Bahamas, según datos recopilados por Bloomberg. Si el cierre se prolonga, es probable que el combustible alcance primas más altas en la zona del puerto de Nueva York.
El ataque pareció utilizar un grupo de ransomware llamado DarkSide, según Allan Liska, analista principal de amenazas de la firma de ciberseguridad Recorded Future. La firma de ciberseguridad FireEye Inc. dijo que su división de respuesta a incidentes Mandiant estaba ayudando en la investigación.
Pago de extorsión
Los casos de ransomware involucran a piratas informáticos que siembran redes con software malicioso que encripta los datos y deja las máquinas bloqueadas hasta que las víctimas paguen el dinero que piden como extorsión. Este sería el mayor ataque de este tipo contra un oleoducto estadounidense.
El precio promedio nacional de la gasolina fue de 2.96 dólares por galón el viernes, según el club automovilístico AAA. Dado que los inventarios de gasolina son abundantes, no se espera que el precio en los surtidores suba mucho más hasta el Día de los Caídos, a finales de mayo, que tradicionalmente se considera el inicio de la temporada de verano cuando la mayoría de los estadounidenses viajan. Si el oleoducto no se reinicia pronto, se acelerará el alza. “Creo que tenemos muchas probabilidades de que etso ocurra para el Día de los Caídos dadas las tendencias actuales”, dijo Patrick De Haan, jefe de análisis del sector petrolero de Gas Buddy.
Una de las principales preocupación en la actualidad es satisfacer la demanda de productos en el sudeste de Estados Unidos, que depende especialmente de la red Colonial, dijeron personas familiarizadas con la situación. Los conductores en Atlanta, que no tiene salida al mar y dependen de los automóviles, por lo que pueden ser los primeros en sentir el efecto en los precios.
“Atlanta será uno de los primeros puntos débiles, junto con el este de Tennessee y tal vez las Carolinas”, dijo De Haan.
Mientras tanto, los productores de combustible, incluido Marathon Petroleum Corp., están evaluando alternativas para enviar sus productos al noreste.
Una posible ruta es el oleoducto Plantation, operado por Kinder Morgan, aunque solo se extiende hasta el norte de Washington DC y tiene una capacidad de 720.000 barriles por día, muy inferior a la de Colonial. Kinder dijo el domingo está trabajando con clientes para dar cabida a barriles adicionales durante el cierre de Colonial, y que Plantation está aplazando, en la medida de lo posible, cualquier mantenimiento no esencial que podría reducir las tasas de flujo.